Un análisis sobre el desenlace que tuvo una de las novelas del verano: la del nuevo técnico de Talleres.

Confirmada oficialmente ya por Talleres la contratación de Ángel Guillermo Hoyos como su nuevo DT en reemplazo de Alexander Medina, los hinchas y socios albiazules se preguntan qué llevó al presidente del club, Andrés Fassi, a inclinarse por su elección y permitirle que arraque su segundo paso como entrenador albiazul, después del primero, en 2014, con el equipo en el Torneo Federal A.

Por motivos a los que el máximo dirigente albiazul nunca informó hasta ahora, desde principios de este mes se le fueron cayendo, uno a uno, todos los técnicos que fue buscando. Los que trascendieron y que él no confirmó –Gabriel Heinze, Jorge Almirón, Hernán Crespo, Eduardo Domínguez, Eduardo Berizzo, Paulo Pezzolano, Diego Aguirre, Pablo “Vitamina” Sánchez y Frank Kudelka, entre otros– y con los que charló y cuyos nombres no trascendieron.

Es cierto que había siete clubes que simultáneamente buscaban los mismos nombres, pero en ese ínterin varios de ellos arreglaron con otras instituciones y desecharon la alternativa de dirigir a la “T”.

Fassi responsabilizó a la prensa, por haber filtrado alguno de esos nombres, de que se le cayeran dos técnicos que tenía apalabrados, pero no pareció ser ese un argumento válido, con los 35 años de experiencia que tiene en el fútbol y negociando con distintos entrenadores.

Una de las razones puede ser las pretensiones económicas de los DT buscados, pero también trascendió que a algunos no se les habría pasado inadvertido el disconformismo que hizo público en su momento el “Cacique” respecto a la política de venta de jugadores y de los refuerzos que llegaron a su plantel, que, a su juicio, no estuvieron a la altura de los que se fueron, como Tomás Pochetttino, Federico Navarro y Piero Hincapié, por sólo citar a algunos.

Sólo se trata de supuestos que sólo Fassi explicará cuando se refiera a esa cuestión con declaraciones y rompa el hermético silencio que viene guardando hasta ahora.

Pero lo cierto es que Hoyos no habría estado al principio entre sus prioridades, porque de haber sido así no se habría demorado tanto su contratación. El DT villamariense siempre quiso volver a Talleres. Es un hombre de la casa, fue exjugador del club y fue Fassi, quien lo conocía ampliamente por su paso como entrenador en México, quien a fines de 2014 lo recomendó al Fondo de Inversión albiazul para que reemplazara a la dupla Sergio Coleoni-Mario Obulgen. Fassi recién ganaba las elecciones y aún no había asumido como presidente del club.

¿Quiere decir esto que el entrenador villamariense no figuraba en los planes de Fassi y que llega por descarte, necesidad ante la negativa de tantos técnicos y no por convicción del presidente albiazul?

Afirmar eso sería no conocer a Fassi, su vasta experiencia en la gestión deportiva internacional y su pensamiento respecto de las virtudes profesionales de Hoyos, que las tiene sobradamente, más allá de que su último paso como DT de Alvosivi no haya sido bueno en materia de resultados.

A Fassi le seduce que sea un hombre del riñón de Talleres, su gran experiencia como entrenador, el conocimiento que tiene del trabajo con las divisiones formativas y del fútbol argentino, su deseo de volver a dirigir en el club, el crecimiento profesional que tuvo en los últimos años y su discurso motivador, puertas adentro de los planteles.

Y Hoyos entiende, como él, que Talleres es una forma de vida, comparte sus valores y creencias y comprende acabadamente la idiosincrasia del hincha albiazul, cómo disfruta y sufre con su suerte deportiva.

Además, por otra parte, Talleres tiene por delante la disputa de la Fase de Grupos de la Copa Libertadores, un torneo que Hoyos ha dirigido mucho y que conoce. Fassi debía elegir un DT con experiencia, “con 150 partidos dirigidos en Primera”, como le declaró durante el proceso de búsqueda a este periodista y Mundo D.

No hay margen para apuestas y entrenadores sin experiencia internacional, como en su momento sucedió con las elecciones de Juan Pablo Vojvoda y Medina.

Hoyos tiene media biblioteca en contra y media a favor en el universo Talleres, según lo que expresan los hinchas y socios en redes sociales. Pero tiene una ventaja que no todos los entrenadores pueden acreditar, salvo Ricardo Gareca, Frank Kudelka y Gustavo Coleoni: conocen el paño de Talleres al dedillo, por haberlo dirigido, y tienen espaldas para bancarse la parada de dirigir una triple competencia: Liga Profesional, Copa Argentina y Libertadores.

Más allá de las diferencias que Fassi pueda haber tenido con el entrenador uruguayo, Fassi es consciente de que “el Cacique” dejó la vara alta y que no puede equivocarse en la elección. Y Hoyos es, de todos los técnicos que sondeó, el que a priori reduce el margen de error y “cuadra” con el perfil del entrenador que venía buscando.