Un club de 2.500 millones de pesos anuales y de 75 mil socios, pide Fassi. Eso exige un compromiso de todos los estamentos para lograr una entidad de avanzada y que gane títulos. El tema del “Pase al gol”.

Andrés Fassi fue directo en la asamblea ordinaria que lo proclamó como presidente de Talleres por cuatro años más. Valoró lo hecho en siete años de gestión, pero dijo que “ya no alcanza” porque el club necesita ir más allá del “40 o 50 por ciento de su potencial” y que eso se logrará con el compromiso de todo el pueblo albiazul y no de una parte.

Pero... ¿y el mejor balance de la historia con 524 millones de pesos de superávit, el Centro de Alto Rendimiento Deportivo Amadeo Nuccetelli, las obras en la Boutique, el patrimonio neto de 2.725 millones de pesos, el plantel con 45 jugadores propios, las ventas millonarias en dólares (a Europa, tras 21 años), las que vendrán con valores del semillero como Pablo Solari, la internacionalidad de 2019, de 2021 y de 2022, la inédita semifinal de Copa Argentina, el segundo puesto en la Liga, el liderazgo por seis fechas tras 17 años, las escuelas de fútbol y las filiales, el de los casi 40 mil socios actuales?

Ya son historia para Fassi y así lo argumentó: “No vivamos de lo que hicimos. Vamos a un Talleres protagonista, inclusivo, que gestione y que a través de eso tenga valor moral, económico, deportivo y social. En todo. Es el Talleres que queremos y el que viene. Es el del compromiso que asumamos entre todos, desde hoy. Si tenemos la capacidad de innovar, en cuatro años hablaremos de un Talleres que tomó otra dimensión. Hoy es para orgullo y alegría, pero ojo... El orgullo y la alegría, sin compromiso ni sentido de pertenencia, no existen”.

En síntesis, se necesita más Talleres. Fassi ya lo venía pidiendo, pero ahora fue más directo. En este caso bajo los conceptos de involucrar y responsabilizar a todo el pueblo albiazul. Desde el primero de los directivos hasta el último, pasando por socios, hinchas, jugadores y DT. ¿Qué Talleres debe ser? El de los 2.500 millones de pesos anuales, el de los 75 mil socios (“¿Somos 2.500.000 hinchas y no podemos tener 75 mil socios? ¿Ese es el compromiso? Nooo. Es un problema nuestro, no de la pandemia. A vos, socio mayor de 18 años, traé uno más, con esta nueva campaña que se viene”, graficó), el que genere más recursos y recupere otros porque desde hace dos años las ventas han sido casi el 50% de los ingresos.

¿Qué es lo que no va cambiar? La política de altas y bajas del plantel que produjo los tres mercados más importantes. Más allá de todo, de adhesiones y de enojos, que puedan llegar a plantearse con los jugadores propios y los DT, como pudo suceder con Alexander Medina ahora o antes con Frank Kudelka. Fassi y los suyos decidirán cuándo y cómo vender a alguien. “Los títulos… van a llegar. No hay nadie con más ganas de ser campeón que yo. Quizá, igual; más, nadie. Pero yo les hablo de otro título… Decir e inaugurar”, es el fundamento.

En resumen, Fassi no quiere más a un Talleres que involucra a todos cuando el equipo gana o va bien. Ese Talleres al 40 o 50 por ciento de su potencialidad ya fue. Quiere uno Talleres al 100 para los próximos “20 años”.