Liga profesional. Con goles de Auzqui y Valoyes, la “T” venció 2-0 a Arsenal y logró su primera victoria en el torneo. Ahora visitará el jueves a Central Córdoba y recibirá a Boca el domingo.

A Alexander Medina, como todo DT, las derrotas le duelen, pero más le enseñan. La conciben como la base de los futuros triunfos. Le dolió el 2-3 ante Newell’s, después de ir ganando 0-2 con tres pelotas paradas. Sin embargo, la del Coloso había sido distinta a otras como las de Lanús en Superliga 2019-2020, en el Kempes, o quizá aquel 3-0 ante Gimnasia por la Copa Maradona con expulsados y todo.

En aquellas oportunidades, había más alternativas y otros jugadores que hoy ya no están. Y en este caso, la forma de la derrota lo golpeó al inicio, algo sorpresivo porque ante cada inicio de temporada, la respuesta de sus Talleres había sido con victoria: Vélez, Newell’s (3-1) y Patronato.

El partido de ayer con Arsenal lo ponía ante la disyuntiva del cambio. Tenía un equipo de mitad de cancha hacia adelante y otro, hacia atrás, pero a diferencia de otros Talleres, con menos recursos disponibles.

¿Qué hacer? Barajar y dar de nuevo, con las mismas cartas. Plantear un Talleres que pudiera hacer la diferencia con las armas disponibles y conocidas y alternar con un equipo que supiera administrar la ventaja y que tuviera un sentido de supervivencia mucho mayor. No iba a cambiar su intensidad y agresividad, debía regularla. Le iba a dar otros tiempos, porque no son épocas de abundancia.

Los esfuerzos físicos ya le habían pasado una factura grande en la definición de la doble competencia anterior para los casos de Diego Valoyes y Federico Navarro, quienes le faltaron a ese Talleres que con ellos podía haber llegado más lejos. Y nadie quería ni quiere volver a pagar ese precio.

¿Que salió? Ese Talleres que se vio de a ratos ante Newell’s, más allá de la derrota, y que fue más nítido frente a Arsenal al que venció por 2-0.

En esta nueva tribu del “Cacique”, Carlos Auzqui juega un papel fundamental y desequilibrante. Es un delantero que es capaz de arrancar desde atrás y llegar en pared mano a mano para definir como lo hizo ayer por el centro del campo o con desborde por banda.

Michael Santos (¡qué tacazo metió para “el Perro” en el 1-0 parcial!), Ángelo Martino y Diego Valoyes completaron ese cuarteto que, más allá de los goles, le generó seis o siete arribos más a Arsenal. Esa sociedad, quizá carezca de un creativo, pero es capaz de llegar en tres toques al área rival. En el primer tiempo, hasta Enzo Díaz tuvo chances de atacar.

Talleres lo hizo saliendo de abajo como en el 1-0, de la misma manera en que Federico Navarro lideró la presión albiazul para recuperar la pelota. Ese Talleres fue posible por un rato largo. Allí debió marcar varios goles más (a Valoyes le sobró un tiempo tres situaciones claras que tuvo para marca además de su gol) para poder administrar la ventaja y que el esfuerzo no pasara facturas.

Sin embargo fue necesario el ingreso de Diego García para asegurar el resultado: asistió a Valoyes en el 2-0 y pegó un tiro en el palo. Condujo a Talleres hacia un final esperado.

La “T” flotó sobre el 1-0, erró mucho y concedió varias pelotas detenidas, que Arsenal no supo aprovechar. Ganó Talleres con el ADN de la tribu del “Cacique”, aunque haya menos recursos. Se vienen Central Córdoba y Boca y habrá que probar que Talleres está de pie.