Otra entrega de la columna Pase al gol

Mundo Talleres, tierra de la oportunidad y de la exigencia permanente. Guido Herrera dejará el primer equipo para irse a Malatyaspor de Turquía después de cuatro años en los que pasó de ser alguien poco conocido (quedó libre del Belgrano de Zielinski y había amargado a “la T” en sus buenas actuaciones con Defensores de Villa Ramallo) y no demasiado popular (posteos en twitter y en el Kempes se había tapado un ojo) a un arquero símbolo e idolatrado.

De aquel informe inicial producido entonces por el visor Diego Medina (actualmente en Boca) que indicaba “agil, seguro, técnico, fuerza de piernas" y de salir por el portón de calle Lawson, en su primera práctica en la Boutique de barrio Jardín en 2016, a dejar el club por el portón grande de la historia albiazul, siendo un arquero completo e idolatrado por la gente.

Es más, se va en uno de los picos de paso por Talleres: su último partido ante Huracán, el 15 de marzo pasado, lo inició atajando un penal que, segundos después, derivó en el 1-0 parcial, el inicio de una goleada (3-0) que clasificatoria a la Copa Sudamericana 2021. Atrás quedaron los 126 partidos y los 56 en los que mantuvo la valla invicta (sí más del 50%), los seis penales atajados, el gol que marcó ante Olimpo (fue el 2-2 clasificatorio a la Libertadores 2019) y una asistencia (a Palacios en el gol ante Banfield en 2019).

Sí, también desequilibró en ofensiva. 

Paradójicamente, Mauricio Caranta recibirá la posta de quien llegó como apuesta y para ser su relevo. El ex Instituto, Lanús, Boca y Central, entre otros, había llegado como uno de los fichajes estrella de la era Fassi para que Talleres volviera a Primera. Jugó los primeros partidos de la B Nacional 2016 y tras recuperarse de una lesión, perdió la titularidad a manos de Herrera.

En este tiempo, Caranta atajó poco, pero fue un maestro para el joven arquero, en el día a día, en la profesionalidad y hasta en la manera de arengar. Si Herrera fue Herrera, fue en una parte por el arquero de 42 años. 

Hoy Caranta tendrá la chance de atajar y de terminar así su carrera (colgaría los guantes en diciembre). Su lucha será contra la inactividad ya que jugó apenas dos partidos en la última temporada.
Habrá que ver cómo se da esta transición en el arco albiazul y esa será una responsabilidad de Fassi y del DT Alexander Medina. Con ambos arqueros, el primer equipo estuvo cubierto por cuatro años. Lo que viene será muy importante para Talleres: después del torneo Adaptación y de la Copa Argentina, vendrá la Copa Sudamericana 2021 y el certamen largo de la Liga.

Y se necesitará un arquero de jerarquía.

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