El uruguayo Alexander Medina dejó la impresión de estar totalmente al tanto y compenetrado con el proyecto y con los objetivos institucionales del Albiazul.

La presentación de ayer ante el periodismo local del nuevo DT de Talleres, el uruguayo Alexander Medina (40 años), guardó una absoluta correspondencia con lo que se esperaba ver de él en un primer contacto con su nuevo club.

Quizá la presencia a su lado de Andrés Fassi, que de por sí infunde respeto y el cuidado de las formas, hizo que hablara lo justo y necesario, sin extenderse en los conceptos más allá de la consulta.

Por otra parte, el presidente albiazul preparó una puesta en escena “ a lo Talleres”. Estuvieron presentes los principales miembros de su comisión directiva, todos los profesionales institucionales del plantel profesional y del fútbol juvenil, y los dos máximos referentes del plantel, Mauricio Caranta y Javier Gandolfi, pese a que aún no arreglaron sus continuidades por un año más.

Estaba pisando por primera vez la Boutique, conociendo el terreno que ahora será su segunda casa junto al predio Nuccetelli, y se notó. Bien trajeado y cortés, junto a su ayudante de campo principal Fernando Machado, quien lo observaba en primera fila igualmente “loockeado” cuidó cada gesto, observó mucho y habló poco.

Pero en sus expresiones se notó, sobre todo, mucha seriedad y conocimiento del proyecto deportivo e institucional del club. Dejó la imagen de ser un entrenador que, pese a su juventud, tiene una importante experiencia aquilatada. Dijo saber de las presiones que implica dirigir un club como Talleres, en referencia a su reciente paso por Nacional, uno de los dos equipos más grandes de su país, junto a Peñarol de Montevideo.

“En Nacional, por lo que representa en nuestro país, por la gente que lleva, teníamos una presión permanente por el resultado. Haber vivido esas situaciones límites es un plus. Sabemos que Talleres es un club que también supone presión, pero estamos preparados y convencidos del camino que vamos tomar para lograr los objetivos que nos planteamos con Andrés”, puntualizó Medina.

Además, dejó claro que convertirse en el nuevo DT de Talleres será “un salto de calidad” en su carrera profesional y en un fútbol como el argentino que consideró “muy competitivo a nivel mundial” y que para él implicará “un gran desafío”.

“Dirigir en Argentina era un objetivo claro y concreto que teníamos como cuerpo técnico, pero dependía de venir a trabajar a un club serio y con un proyecto claro como Talleres, que privilegia la articulación del trabajo con los juveniles del club. Ahora sólo nos queda trabajar con entusiasmo, garra y actitud para tratar de lograr los resultados que queremos”, dijo mientras Fassi asentía.

Luego, Medina agregó: “Quiero agradecerle a Andrés por esta gran responsabilidad. Llevo poca pocas horas en Córdoba y me trataron muy bien. Conocí recién a la gente del club y, la verdad, es que estoy seguro de que la elección es la correcta. Vengo a una institución donde la palabra proyecto calza bien. Nos podemos alinear en esta ruta. Los valores que pregona la institución son los que nosotros sentimos. Creemos que podremos hacer nuestro trabajo”.

El DT charrúa también reveló: “En los últimos días tuvimos muchas reuniones con Andrés, de mucho diálogo, algunas interminables, hasta que llegamos a la decisión. Además tuvimos información de lo que es el club en conjunto, de su gente y exjugadores”.

Y cuando se lo consultó sobre el estilo futbolístico que profesa, Medina comentó: “Nuestro estilo se caracteriza por ser un fútbol de propuesta más que de respuesta. Tratamos de tener el dominio de balón, con intensidad, de jugar más tiempo en el campo rival que del propio. Tratar de crear circuitos, asociación por las bandas y finalización por dentro. Tenemos una metodología que vamos a tratar de implementar para jugar este fútbol. Estamos convencidos de una idea y yo le tengo que transmitir a los jugadores esta idea. Trataremos obviamente de lograr resultados. Vamos a ir por ello”.

“Los 10 mandamientos”

Sin perder la compostura, Medina negó enfáticamente haber sido el autor de esos “10 mandamientos” que debían seguir sus dirigidos en ocasión de un clásico contra Peñarol y que se viralizaron en una hojita por las redes sociales.

“Esa hoja no sé de dónde salió, nunca la escribí. En ningún momento se pegó nada en nuestro vestuario. No se de dónde salió esa foto. Nuestra no es. Esto me hirió porque uno es profesional y le dedica muchas horas al fútbol, y que estas cosas empañen mi carrera como entrenador me molesta y mucho, porque se quiso decir que nosotros hacemos una apología de la violencia”, subrayó.

Por su parte, Fassi relativizó con ironía la cuestión: “Los 10 mandamientos los estudié en el colegio. Esto es fuera de contexto. Si hoy Alexander está en Talleres con su cuerpo técnico es porque coincide ideológicamente con los principios de nuestro fútbol profesional y formativo”, apuntó.