Más allá del folklore de los hinchas, está la lectura que se hace puertas adentro sobre qué incidencia futbolística (profesional y juvenil) y económica generará la falta del clásico en la Superliga.

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Después de mucho tiempo, Córdoba tendrá solamente un equipo en la SuperligaTalleres y Belgrano convivieron tres años en Primera, desde que en 2016 el equipo albiazul volvió a la máxima categoría y en la que no jugaba desde 2004.

Ahora, volverán a separarse, ya que el cuadro de barrio Jardín será el único representante cordobés en Primera División, tal como sucedió por ejemplo desde 2000 a 2004.

El hecho tendrá una incidencia en el Mundo Talleres sobre qué se gana y qué se pierde sin el rival de toda la vida, algo que excede al hecho folklórico del que disfrutan los hinchas con la desgracia de sus rivales de toda la vida.

En el resto de los estamentos, las visiones son distintas entre lo que gana y lo que pierde Talleres sin Belgrano en dimensiones como la futbolística, la económica y la comercial.

Veamos:

Qué pierde

  • Sin clásico por los puntos y con ambas hinchadas. Desde 2017, se volvió a jugar el clásico por los puntos y en Primera, algo que no sucedía desde hacía 15 años. Desde ahí hasta hoy se jugaron cuatro partidos. Es más, el último tuvo el valor agregado de que fue con ambas hinchadas sin que se produjeran incidentes, pese al 3-0 de Talleres a Belgrano. Un partido a estadio lleno, se inició, transcurrió y finalizó sin incidentes, algo que convirtió a la plaza Córdoba en vanguardista ya que los clásicos del fútbol argentino solamente se hacen con público local.
  • Experiencia inédita. Es más, uno de los últimos clásicos se promovió la experiencia de ambos hinchadas viendo el partido desde una misma platea. Eso es lo que pierde Talleres y como plaza en general. Las alternativas para el clásico son por Copa de la Superliga o la Copa Argentina, o esperar a los recesos para los amistosos. En este último caso, habrá que ver que si se juega ya que lógicamente habrá una variable deportiva y económica. Con Talleres en la tercera categoría, Belgrano rechazaba jugar amistosos hasta que el Gobierno hizo un desembolso en el que el Celeste cobró más por estar en Primera (casi dos millones de pesos contra poco más de uno para el Albiazul). Para Talleres la vocación será jugar, aunque habrá que ver cuál es la oferta para Belgrano.
  • Repercusión. Ese 3-0 le permitió a Vojvoda continuar en el cargo y determinó la ida de Lucas Bernardi como DT celeste. Individualmente, ese partido le cambió la vida a Nahuel Bustos (hizo dos tantos). Potenció su carrera, fue goleador de Talleres y logró su pase al Pachuca.
  • Golpes de efecto. Cuando Talleres volvió a Primera, Belgrano apostó al regreso de Matías Suárez y en contrapartida, Fassi contrató a Daniel Ludueña y a Matías Vuoso.
  • Aliado en Superliga. Tener un aliado para distintas movidas. Por caso, para hacer ese clásico con ambas hinchadas, uno necesitó el acuerdo del otro para plantearlo en Superliga. Más allá de visiones distintas sobre temas sustanciales como la llegada de las SA (Talleres adecuó su estatuto y Belgrano determinó seguir siendo asociación civil sin fines de lucro).
  • Sin clásico en inferiores. Desde junio, el clásico con Belgrano quedará limitado al ámbito de la Liga Cordobesa.
  • La marca Talleres-Belgrano. No se pudo plasmar una estrategia conjunta en cuanto a los sponsors principales. Solamente quedó limitada los operativos de seguridad y logísticas para el clásicos oficiales o no. En los amistosos, negociaron en forma conjunta. Habrá que ver qué sucede ahora. También hubo una sinergia en alojamiento y traslado de las divisiones reservas para ambos equipos hacia y desde Buenos Aires.
  • Recaudación. Por la Superliga o por la Copa de la Superliga, podría darse que Talleres vuelva a ser local ante Belgrano.
  • Repunte de socios. El día de los clásicos de local hay un repunte en el rubro socios, aunque no es tan significativo. Sea mucho o poco, también se perderá.

Qué gana

  • Ser el único equipo cordobés en Primera División. Los hinchas lo van a disfrutar hasta nuevo aviso. De la misma manera que les tocó sufrir esos 12 años fuera de la Primera.
  • Un competidor menos. Al romperse la marca, los jugadores privilegiarán al que esté en Primera. No habrá competencia en mercados locales y nacionales. En este último, Almeida y Gudiño se sumaron a Belgrano y también sonaron en Talleres.
  • Negocios en soledad. En la eventual competencia de sponsors, Talleres sacará una ventaja sobre su rival con este descenso celeste.