Juliana Berardo llegó de Río Cuarto a Talleres. Se ilusiona con ser campeona y volver a ser convocada a la selección.

No es fácil hacerse un camino en el fútbol femenino de Argentina, sobre todo si venís en un pueblo del interior. Pero para Juliana Berardo (nació en La Cautiva), de 20 años, su vida se caracterizó por tomar decisiones difíciles en pos del sueño de ser futbolista. A los 15 años dejó de hacer equitación y se dedicó de lleno al fútbol.

Primero lo hizo en San Martín de Vicuña Mackenna y luego en Estudiantes de Río Cuarto. Desde pequeña fue llamada a las selecciones juveniles y disputó un Sudamericano Sub 17 y otro Sub 20. Ahora le llegó el turno de pegar el salto a la Liga Cordobesa, que comienza hoy su competencia en femenino, para seguir mejorando y volver a tener la chance de jugar con la albiceleste. “El apoyo de mi familia fue muy importante desde siempre. Me van a ver todos los partidos y ahora que estoy más lejos, igualmente van a viajar”, le contó Juliana a Mundo D.

–¿Cómo fue tu adaptación en estas semanas a tu nuevo club?

–Estoy muy contenta. Desde el primer día el cuerpo técnico me incluyó de la mejor manera. Mis compañeras también. Físicamente estoy mucho mejor, allá no era tan rápido el ritmo.

–¿Por qué se dio el cambio?

–Me enteré que en Estudiantes el equipo se iba a desarmar, muchas de las chicas no iban a seguir. Así que me comuniqué con una jugadora de Talleres con la que tenía relación por la selección. Ella me comentó que había un grupo lindo. Lo pensé un poco, averigüé de la Liga Cordobesa y le escribí a Miqueas Russo, el DT. Él me abrió las puertas, me dijo que si me quería sumar que no lo dude y así arrancó todo.

Un nuevo desafío

Sumarse a Talleres supuso no sólo un cambio de torneo sino también de posición. Aunque tiene características ofensivas, siempre se destacó por su rapidez para jugar por las bandas. Ahora, en el Matador lo está haciendo como número “9”. Florencia Pianello, goleadora del equipo, está afuera por lesión y por eso apuestan a la calidad de “Juli”.

¿Cuáles son los pedidos del DT dentro de la cancha?

–Ahora el entrenador me está poniendo de “9”, así que estoy tratando de aprender de todas. Miqueas me da mucha confianza. Yo estoy acostumbrada a en la última jugada dar un pase, por eso él me pide que patee más y que use la zurda. Todo el cuerpo técnico me da mucha tranquilidad.

–¿Qué Talleres vamos a ver este año en la competición?

–Es un equipo que se va a caracterizar por ser rápido, vertical, tratando de terminar las jugadas sin mucha elaboración. Eso es lo que venimos trabajando en los entrenamientos. A pesar de que nos sumamos muchas, la idea está clara. Por la actitud y las ganas que tenemos todas, creo que podemos estar cerca del objetivo de máxima.

Sueños de selección

Juliana pudo probarse en la selección mayor, luego de destacarse en los Juegos Odesur de 2018. Formó parte del equipo que se preparó para el repechaje ante Panamá y viajó a Estados Unidos para jugar algunos amistosos. No quedó en la nómina final, pero no pierde la ilusión de seguir estando en las próximas convocatorias.

–¿Sentís que estar en la Liga Cordobesa te acerca más a la selección?

–Sí, seguro. Fue una de las razones por la que también elegí venir acá. En Río Cuarto capaz no tenía tanta visibilidad. Jugar en Talleres espero que me ayude en ese sentido. Además, por el ritmo de juego y el estado físico creo que estar en Córdoba me va a ayudar a mejorar en esos aspectos.

–¿Qué pudiste hablar con el técnico de la selección?

–Carlos Borrello siempre me dice que me siga entrenando, que no baje el ritmo. Me pide que esté siempre atenta y me entrene al 100 porque en cualquier momento puede llegar el llamado.

–¿Cuándo vas a ir finalmente a Barcelona?

–La idea era en un principio ir el año pasado, pero me surgió la gira con la selección mayor que para mi era un sueño y se postergó. Por medio de un representante que se contactó con Estudiantes, decidimos hacer varias pruebas en España a mitad de año, no sólo en el Barcelona. La idea es estar un mes allá.