El delantero convirtió dos tantos en el 3-0 ante el Pirata, llegó a cuatro en el torneo y demostró por qué es diferente a aquel que debutó en 2017.

¿Quién te ha visto y quién te ve Nahuel Bustos (20 años)? ¿Quién podría haber asegurado que se convertiría en el goleador de Talleres? En el que hizo a su equipo dueño del clásico ante Belgrano y en aquel que le dio una bocanada de aire fresco a sus compañeros y a Vojvoda cuando el Mundo Talleres ya comenzaba a hervir.

Nadie más que aquellos que participaron de la escena diaria e íntima mucho más reducida que ese marco de más de 40 mil almas albiazules que gritaron sus dos goles y lo aplaudieron cuando fue reemplazado por Mauro Valiente. Otro juvenil como él, que forman parte de “una transición” en la que Talleres presenta un equipo liderado por Pablo “Cholo” Guiñazú y jóvenes con un promedio de edad de 23 o 24 años, para ser protagonistas en esta Superliga y pasar a la fase de grupos en la Copa Libertadores, desde el año que viene.

Ayer, como siempre, estaban mamá Elba y papá Emilio más sus hermanos Cristian, Guillermo, Maricel, Elizabeth y Caren (los que estaban cuando surgió en Huracán de barrio La France y en Argentino Peñarol, sus pasos previos a Talleres) más su novia Aldana. Sí, los que fueron cuando el pibe recibió su premio Estímulo de La Voz, esos mismos que tenían la camiseta “7” en la previa al partido con Vélez en una foto que se hizo viral, el día de su debut como titular y el del primer gol oficial, con el festejo clásico de ponerse la pelota bajo la remera porque será papá.

El entrenador Vojvoda que le dio la oportunidad al lesionarse Mauro Ortiz y el propio Bustos decidió hacer un click.

“No hay que rogar por la oportunidad. Hay que prepararse para poder aprovecharla. A veces llega y pasa de largo”, siempre le dijo el ídolo albiazul Daniel Albornós, a quien Nahuel tuvo en el Sub 17 de Liga Cordobesa y hoy es manager de Argentino Peñarol.

Sin embargo, para que la escena fuera la más feliz, Bustos empezó a cambiar. Logró debutar con Frank Darío Kudelka como una especie de wing que podría transitar por aquel camino que había hecho Cristian Pavón. Debutó ante Godoy Cruz el 23 de marzo de 2017, al ingresar por Jonathan Menéndez, acumuló tres partidos más, pero nunca fue titular.

El año en reserva le sirvió para entender que debía enriquecer su juego, que “lo más difícil no es llegar, sino mantenerse”. Dio dos vueltas olímpicas y allí había empezó a ser un delantero más completo.

“Nahuel está confirmando todo lo que pensábamos de él. Necesitaba continuidad y convertir le dio confianza. Pero necesita sentirse importante para el cuerpo técnico”, contó Lucas Bovaglio, quien lo dirigió en la reserva campeona del año pasado.

Cuando Kudelka se fue de Talleres, lejos estuvo de criticarlo. “Es un día triste. Más allá de que no pude jugar poco, me enseñó mucho. Había que ser mejor”, supo decir. La llegada de Vojvoda lo encontró mejor. Jugó unos minutos en la Bombonera, pero recién reapareció en el amistoso como River, el día de las ocho mil personas en el Kempes. Fue desde el inicio y pudo anotar en el 3-1.

En el 1-1 con Vélez, fue su debut como titular directamente y también convirtió tras un centro de Leonardo Godoy. Luego, ante Patronato de Paraná aprovechó el error de Bértoli, pero Talleres perdió. “Nahu” se sintió “amargado”, pero había renacido. Los golazos de ayer, lo confirmaron.

En el 2-0, condujo el contragolpe y la clavó a un ángulo; en el 3-0, se tomó dos tiempos para superar a César Rigamonti y repitió el festejo del juego Fortnite que popularizó el crack francés Mbappé.

Con todo

“Estoy contento por los goles, pero más por el triunfo. No hubieran valido de mucho si no se daba el triunfo ante Belgrano. Necesitábamos una victoria así porque la derrota que habíamos sufrido ante Patronato de Paraná”, dijo Bustos, al salir del vestuario.

–¿Cómo explicás el segundo gol de Talleres?

–La verdad es que la llevé esperando que algún defensor me saliera para dar el pase. Decidí seguir y cuando salió Menosse, le pegué. Gracias a Dios, fue gol. En el 3-0, la pelota la recuperó Leonardo Godoy; luego, la jugada fue hacia la izquierda. Cuando vi que quedó el rebote tras el intento de Arias, fui a buscarla. Pude convertir, afortunadamente. Vamos partido a partido.

Fue un día inolvidable para Bustos y para el Mundo Talleres. La oportunidad le llegó y no lo sorprendió.