Hijo de un boxeador aficionado y de una cocinera, este tucumano tímido y de pocas palabras empieza a dar que hablar en la “T”. Su historia más íntima.

Sebastián Palacios llega caminando despacito y tratando de no llamar la atención al entrenamiento de Los Leoncitos de Marapa, una humilde escuelita de fútbol que funciona en Alberdi, ciudad ubicada a unos 100 kilómetros al sur de la capital de Tucumán. Tiene unos 10 años y una seña que lo caracteriza, un tic: el dedo gordo de la mano derecha en la boca. Por eso sus compañeros y amigos le dicen “el Chupa”.

Seba no habla, es un niño tímido, calladito. Que se transforma cuando la pelota empieza a rodar.

Nada ha cambiado unos 14 años después, cuando este mismo niño se volvió un hombre y también en el goleador de Talleres que sorprende en Primera.

Pero mucho de aquel niño silencioso sigue en Seba, aunque ahora salga en la tapa de los diarios. Algo que no le gusta demasiado. Palacios ya no es “el Chupa”, su apodo de la infancia y como le siguen diciendo sus familiares y amigos cada vez que regresa a Alberdi. Aquí, en Córdoba, es simplemente “el Tucu”, como lo llaman todos en la “T”.

Su gol para el triunfo ante Patronato, que provocó los cuatro triunfos en fila de Talleres, lo colocó en el centro de la escena. Allí donde no le gusta estar. Pero se la banca. Habla ante los medios y dice que está “feliz”, “contento por el equipo”. Agradece a “sus compañeros que se rompen el alma en cada pelota”.

Pero aquí está su otra historia. La que conocen en Alberdi, Tucumán.

El hijo del boxeador y la cocinera

Seba Palacios se crió en una casa muy humilde. Su papá, Ulises, era boxeador aficionado y albañil. Su mamá, Claudia, cocinera. Así aprendió a valorar cada día el pan que estaba sobre la mesa de su hogar. De ellos aprendió el valor del trabajo y el esfuerzo, algo que nunca negocia.

Arrancó su carrera en Los Leoncitos de Marapa y allí tuvo como compañero a Emiliano Siciliani, hoy periodista en la ciudad de Alberdi, en la Radio “S”.

“Seba siempre fue calladito, no hablaba en absoluto. Él siempre iba a los entrenamientos, con 9, 10, 11 años chupándose del dedo. Por eso le decían ‘el Chupa’, así lo conocen en Alberdi. Imaginate lo tímido que era. Se dedicaba únicamente a jugar al fútbol. Como ahora”, cuenta.

“Alberdi debe tener unos 60 mil habitantes, pero sigue teniendo alma de pueblo. Siempre que puede se da una vuelta, viene a estar con la familia y visitar a los amigos. Hace poquito estuvo, que le dieron libre en Talleres. Es un pibe que tiene muchísimas condiciones, en Boca no pudo explotar por ser Boca... En Unión, Arsenal y Talleres le ha ido muy bien. Estamos pendientes de lo que hace. En Talleres va a explotar”, agrega su excompañero Emiliano.

En aquellos comienzos, Palacios hacía una dupla letal con Joaquín Correa, otro tucumano que llegó al fútbol grande y hoy juega en el Sevilla de España.

Pero a Palacios le costaría mucho más. Gracias a la ayuda de Blas Sánchez, conocido entrenador de las inferiores en Tucumán, viajó una decena de veces a probarse a Buenos Aires, pero no quedaría ni en San Lorenzo ni en Huracán.

También intentó en el exterior, en Nacional de Uruguay y una breve estadía en Gremio de Brasil, donde una lesión lo obligó a volverse al mes de llegar, cuando parecía que estaba todo dado.

Pero lo buscó una vez más y Boca Juniors le abrió sus puertas. Tenía ya 18 años. La peleó, vivió en Casa Amarilla, de donde varias veces amagó con volverse a Alberdi. Pero siguió y debutó el 3 de marzo de 2013 ante Unión (derrota 1-3) de la mano de Bianchi y en la noche de la vuelta de Riquelme.

Pero Boca nunca es fácil y tuvo que irse a préstamo a Unión y a Arsenal, donde mostró sus condiciones. Pero eso no bastó para ganarse un lugar en el Xeneize.

Hasta que apareció Talleres y le dio la continuidad que necesitaba. Por eso, todos han vuelto a hablar de Seba Palacios, el goleador silencioso.

Talleres compró la mitad de su pase

El Xeneize vendió la mitad de su pase por 1.500.000 dólares. La “T” es dueña del 50 por ciento de su ficha.

Alberdi, su ciudad en el corazón

Cada vez que regresa, lleva camisetas para hacer rifas y colaborar con hospitales y escuelas. Es muy querido.

Su ficha

Palacios nació el 20 de enero de 1992 en Juan Bautista Alberdi, Tucumán. Como futbolista profesional arrancó en Boca, donde debutó el 3 de marzo de 2013 en la derrota 3-1 ante Unión en La Bombonera.

Fue cedido a préstamo a Unión de Santa Fe (2013/14, 9 goles en 39PJ) y a Arsenal de Sarandí (2014, 2 goles en 18 PJ). En 2016 llegó a Talleres, donde lleva tres goles en 9 PJ. Con Boca, fue campeón de Primera y Copa Argentina, en 2015.

El gol de Palacios ante Patronato