De la cantera. Victorio Ramis es el único jugador que con la camiseta de Talleres marcó en tres categorías. Y habló con Día a Día de su primer gol en Primera.

Lo para un hincha de Talleres en la calle y le dice: mi hijo se llama Victorio por vos. Victorio es Ramis. Y se lo cuenta con vergüenza y emoción a Día a Día: “Ya van como cuatro hinchas que me dijeron que le pusieron a sus hijos Victorio. Es una locura”.

Ramis, a los 22 años, tuvo una pequeña chance de siete minutos en primera ante Vélez. Después de una lesión, el Pipe volvió a la cancha y se despachó con un gol de antología en el Fortín de Liniers, en un triunfo más que resonante por 2-0 de este Talleres, en camino a acomodarse en Primera.

“Tiré la diagonal para el medio, se la di a Ramírez, me la devolvió y no tenía recorrido para el lado izquierdo y acomode y la agarré bien de lleno”, cuenta con risas.

Está feliz Pipe. Habla de todo en la tarde del domingo. Gentil, charló unos minutos después del asado familiar. “Me levanté de la siesta, nos comimos un asadazo en familia, je. Como siempre. Mi familia somos con mis viejos, mis dos hermanos y mi novia Lucía. Y acá en casa es todo así, sencillo”, refleja Victorio al que algunos hinchas le han robado ya su nombre. Y el barrio y el hogar tiran.

“No sé cómo será el día que me vaya de casa. Seguro que va a pasar. Mirá, te cuento una”, hace una pausa y larga: “Pasó alguien y me rayó el auto. Un bajón. ¿Pero sabés qué? Yo sé que podría estar en un departamento, en otro lugar, pero yo quiero estar en casa lo mismo, con mi familia".

"Levantarme a desayunar en mi casa, con mi mamá, con mi papá. Esa es la mejor vida”.

“Entrá y comete la banda”. Esa fue la frase con la que el DT Kudelka soltó antes de que entrara. “Fueron poquitos minutos, pero había que acomodarse, ayudar al equipo, sumar esfuerzo. Y a eso entré. Pero claro, si hay chances de gol, ahí estaré. Y por eso saqué ese bombazo, jeje. Muchos creen que le pegué mordida por cómo se ve que va saltando la pelota, pero la agarré hermosa, ja”, dice Pipe.

Ramis tuvo un desgarro tiempo atrás y recién pudo ser tenido en cuenta por el técnico. En ese menester, Pablo Renzi, el kinesiólogo de la T, tiene manos mágicas y Victorio siempre agradece:

“Pablo Renzi ya es un amigo y le agradezco todo lo que hace por nosotros, al igual que a Seba Ochoa y a los profes. Han sido claves para mi recuperación”.

Hay jugadores que tienen un plus extra. Y son los que sienten todo por el club. Y a pesar de que hubo momentos difíciles, Pipe Ramis no se olvida de las inferiores de Talleres, del Federal, de los compañeros y tanto vivido.

Ramis lleva 11 goles oficiales con la camiseta de Talleres en primera. Seis en el Federal A, cuatro en la B Nacional y uno en Primera División.

“Ser el jugador de Talleres que en el club hizo goles en todas las categorías me enorgullece. Uno siente mucho acá. No se olvida de nada. Por eso quiere tanto a esta camiseta y a todo lo vivido”, cierra Pipe.

Ramis, Victorio, por el que ya algunos papás le ponen su nombre a los hijos ya está en la historia de Talleres. Pero va por mucho más.