El DT de la reserva de la “T” afronta un gran reto profesional: armar y consolidar un plantel después de 12 años que el club no compite en ese torneo.

1Además del desafío de volver a jugar en Primera después de 12 años, Talleres tendrá otro desde el mes próximo: afianzar y sostener al club en la máxima categoría del fútbol nacional.

La “T” debe volver a competir en el Torneo de Reserva, plataforma en la que le dará continuidad a los jugadores del plantel profesional que por distintos motivos no puedan jugar, a los juveniles de las inferiores de la AFA que vienen siendo fogueados y al grupo de jugadores que van llegando a prueba.

El encargado principal de conducirla es Lucas Bovaglio (37), quien se retiró el año pasado del fútbol en Talleres, después de haber conformado el plantel que ascendió a la B Nacional y acreditara una profusa trayectoria en el fútbol argentino como zaguero central en Atlético de Rafaela.

En una charla con Mundo D, “el Moncho” aseguró que la responsabilidad que le dio Andrés Fassi “será un lindo reto”. y Agregó: “Pasaremos un semestre de transición. Subimos rápido dos categorías y el proyecto de formación de jugadores de abajo no fue tan rápido. Tendremos que competir contra equipos mucho más afianzados. Por ahí los resultados deportivos pueden llegar a no ser los ideales, pero lo importante es ir por el camino correcto”.

–Se te dio todo muy rápido. Pasaste de jugador a ayudante de campo de Burruchaga en Atlético de Rafaela y “ahí” nomás a dirigir la reserva.
– Jorge me dio un día para decidir si quería ser su ayudante (risas). Recién terminaba el Federal A en Talleres y después de hablarlo mucho con mi familia, yo había decidido dejar la práctica activa. Hacía cinco años que tenía el curso de técnico hecho. Esa etapa que para muchos es crítica, a mí no me costó. Tampoco extraño jugar y la chance de dirigir me apareció con todas las comodidades y facilidades que da hoy Talleres, disfrutando de este buen momento institucional y de la evolución que tiene el club en infraestructura.

–¿Cómo estás pasando tus primeros días al frente del plantel de la reserva?
–Es una hermosa experiencia. Continúo con mi proceso de aprendizaje y absorbo día a día lo que me transmite el entorno. Acá hay gente muy bien formada. Estamos en plena evaluación de jugadores y el plantel no está definido. Trabajamos con “el Chavo” (Walter) y el profesor Gabriel Yomaha. Tenemos unos 20 jugadores más algunos que se suman a prueba. La idea es darle calidad a esos chicos que vienen bien trabajados con la metodología de inferiores.

"Hay que completar su proceso de maduración y que puedan jugar mucho. Apuntamos a 100 partidos, más allá de si les toca o no debutar en el plantel de primera".

–¿Tu equipo deberá practicar el mismo modo de juego que el de Primera?
–Esos detalles todavía no lo hemos decidido todavía con Darío (Kudelka). Tampoco cuantos jugadores bajarán. A eso yo me tendré que amoldar. Si hoy tuviéramos que competir, tenemos un equipo, pero desarmaríamos mucho los de cuarta y quinta de la AFA y les restaríamos posibilidades. Tuvimos una muy buena medida contra la Primera de Racing de Nueva Italia. Le ganamos 3-0 a un equipo consolidado y con jugadores de mucha experiencia.

–¿Incidiste en la llegada al plantel profesional de Lucas Kruspzky y Leonardo Godoy?
–A Lucas lo conocía sólo por haberlo visto en Atlético, pero sí me preguntaron por Leo, a quien dirigí junto a “Burru”. Corroboré los datos que ya había en el Departamento de evaluación del club.

–Se habla muy bien de los hermanos Arturia.
–Son dos chicos mendocinos que vienen con muy buenos antecedentes. Tienen muy buenas condiciones. Uno es defensor y otro delantero. Los vamos trabajando de a poco. Dependerá de ellos que se puedan consolidar.