Arco político. Sebastián Bértoli es el arquero goleador de Patronato y concejal por el FPV. Y se declara hincha de la T. “Merece ascender”, afirmó.

De frente a la victoria, Sebastián Bértoli ejecuta el penal ante el juvenil Batalla, quien por la edad podría ser su hijo. Y con el gol, le da otro triunfo histórico a Patronato sobre River. Su River, porque el arquero goleador de Patronato se confiesa como fanático del Millo. Y por esos caprichos del fútbol en 2012 le atajó un disparo desde los 12 pasos al Chori Alejandro Domínguez, de frente a la victoria, y casi le arruina el ascenso de la B Nacional a ese River que estaba obsesionado por retornar lo más rápido posible tras el oprobioso descenso.

Bértoli se paró muchas veces de frente a la victoria. Pateando o atajando penales. Y terminó siendo concejal del Frente para la Victoria por Paraná. Único futbolista de Primera División que se desempeña al mismo tiempo en un cargo político. Se inició como basquetbolista, manejó un taxi, fue dirigido por Kudelka, admira al Juanca Olave y se declara simpatizante de Talleres. Ataja lo que le tiran.

–¿El penal atajado a River y el que le convertiste, fueron los que más te costaron?
–Ya no me duele tanto porque mi prioridad es el club en el que juego. Soy hincha de River desde la cuna, como toda mi familia. Pero ganarle fue muy importante para Patronato porque la ciudad esperaba un triunfo en Paraná. En la B Nacional le habíamos ganado con la localía en Santa Fe.

–Entonces los más difíciles habrán sido los de la final con Santamarina, por el ascenso a Primera.
–Sí, por lo que significaba una ascenso en la memoria de la ciudad. De todos modos, uno de los más difíciles que me tocó patear fue contra Instituto, en la semifinal de ida en Alta Córdoba. Nos habían convertido un gol cerca del final y la cancha explotaba. Y en la última jugada, penal para nosotros. Recuerdo que iba caminando y pensaba que no podía fallar, porque si perdíamos la serie se iba a poner muy cuesta arriba. Y fue durísima lo mismo.

–De tanto destacarte ante River, te mencionaron como posible reemplazo de Barovero…
–Aparecí en una lista de posibles refuerzos, pero soy muy realista. Es imposible. Para reemplazar a Barovero llevarán a un arquero de Selección, o de una jerarquía similar. Por la edad, por ser arquero de un equipo recién ascendido, no tengo chances. Igual es un orgullo que me hayan mencionado.

–Julio Chiarini llegó a River desde Instituto jugando en la B Nacional.
-Chiarini era una de las figuras del torneo. Solo le faltó consagrarse con el ascenso, pero le hizo ganar un montón de puntos a su equipo. Se le notan condiciones para jugar en River, lo que pasa es que tiene por delante a un gran arquero y sin continuidad es muy difícil.

Por Talleres

Más de una vez el nombre de Sebastián Bértoli se escuchó con fuerza en barrio Jardín. Y la T ya nunca más le fue indiferente. “Le agarré simpatía a Talleres. Varias veces hubo rumores sobre un pase y comencé a seguirle la campaña, a tomarle cariño”, aseguró el arquero.

–¿Alguna vez estuviste a punto de venir como refuerzo?
–La última vez me habló (Frank) Kudelka, antes del ascenso. Lo tuve como entrenador en Patronato en 2004-05. Es el único técnico con el que no fui titular. Atajaba Marcelo Misetich, hoy entrenador de arqueros de Belgrano. Y estaba bien, porque era de experiencia y recorrido y yo tenía 25 años. Por eso respeto a Kudelka. Ya en ese entonces marcaba un perfil muy sabio, de mucha intensidad.

–¿Lo ves a Talleres como candidato a subir a Primera?
–Está haciendo una gran campaña y por convocatoria merece ascender. Lo mirás desde afuera y lo mismo te das cuenta lo que significa Talleres.

–Además, harás fuerza por otro ascenso de Carlos Quintana…
–Carlos tuvo un año excelente en Patronato, importante desde lo deportivo y como persona. Fue fundamental para el equipo. La zaga que armaba con Andrada era impecable, me sentía muy tranquilo en el arco. Seguimos en contacto por un grupo de WhatsApp, porque ese plantel era excelente en lo humano también. Ahora tenemos otro pelado como compañero, a Iván Furios, que es muy buena onda.

–¿Te sorprende que Caranta no sea un indiscutido en Talleres?
–Me llama la atención. Para Semana Santa estuve un par de días en Carlos Paz y escuché comentarios. Uno sabe de la experiencia que tiene Caranta, ve donde está el equipo en la tabla y es difícil de creer. Se lo comenté a Fede Costa, a quien tenemos en el plantel. Y me decía que justamente se había ido de Talleres cuando supo que llegaba Caranta para poder tener más continuidad, porque se crece jugando. Costa es muy dedicado, entrena con todo, tiene futuro.

–Y en la final con Santamarina te enfrentaste con Leandro Requena, otro ex Talleres.
–En la definición por penales sos príncipe o mendigo. No recordaba que Requena había jugado en Talleres. Después me dijeron que había atajado penales importantes. Fue una definición inolvidable.

La voz de la experiencia

Cuando Belgrano se enfrentó con Patronato, hubo un duelo aparte entre los arqueros más veteranos del torneo. Juan Carlos Olave y sus 40 años contra los 38 de Bértoli.

–Cuando Belgrano perdió en Paraná se dijo en Córdoba que sería uno de los pocos partidos que ganaría Patronato. Y después superaron a Central, a River…
–A Belgrano le ganamos bien. Todos saben lo difícil que es darle vuelta un resultado por el juego que propone, por la experiencia de sus jugadores. Y conseguimos el 2-1 con autoridad. Fue el comienzo del repunte. A muchos rivales les jugamos de igual a igual y merecemos más puntos. Intentamos ser vistosos, el técnico pone tres puntas y las cosas se van dando para nuestro único objetivo, que es mantener la categoría.

–Si esa noche había un penal, ¿lo pateabas vos?
-Seguro. A Olave lo veo mucho por TV, se cuida, está en un gran nivel. En aquel partido le sacó una pelota increíble a Carrasco... Desde la experiencia solucionas muchos problemas. Y Olave es de los que más me gusta, es muy regular.

–¿Quién es el mejor arquero del fútbol argentino?
–El nivel es parejo, no hay uno que vos digas “este es un extraterrestre”. En Primera se notan errores puntuales, la pelota se mueve mucho, es difícil. Me quedo con Barovero.

–¿Y para la Selección? ¿Y de los extranjeros?
-(Sergio) Romero va camino a su tercer Mundial. Ser arquero de la Selección ya no le pesa. El puesto está cubierto. Y el que más me gusta de afuera es (Gianluigi) Buffon. Desde la experiencia maneja todo en Juventus. No se le ven los errores que todavía comente (Manuel) Neuer. El entrenamiento personalizado mejoró a todos. Para los arqueros antes los pies eran sólo para los ponerse los botines.

–Vos te volviste especialista en penales...
–Llevo 14 goles convertido en mi carrera, todos por esa vía. Más otros dos en definiciones desde los doce pasos. Hasta la B Nacional el encargado no era yo. Los que tenían que patearlos entraron en una mala racha y erraron todos. Le ofrecí al técnico, que era Sergio Lipi, hacerme cargo yo. Y me respondió que prefería que lo hicieran los jugadores de campo. Hasta que me dio la oportunidad.

–¿Es más difícil atajarlos o convertirlos?
–Atajar es más difícil. En la temporada pasada contra Guaraní me atajaron uno y después me empaté a mi mismo y atajé otro sobre el final. También recuerdo uno que le contuve a (Pablo) Magnin en Alta Córdoba, durante el torneo. La noche consagratoria fue contra Cipolletti, atajé tres penales en la serie por el ascenso a la B Nacional.

-¿Vas a superar el récord de longevidad de Olave?
–Voy a jugar hasta que me sienta útil. Dije que este año me retiraba para no superponer mi tarea como concejal. Hasta ahora puedo con las dos. Siendo más chico entrenaba, estudiaba y además, manejaba el taxi de mi viejo. Cómo no voy a poder ahora. Toda mi vida me preparé para esto.

Políticamente correcto

Sebastián Bértoli le agarró la mano a la política y se convirtió en concejal por el Frente para la Victoria, a la par de ser arquero de Patronato. “Creo que no hay otro caso en el mundo”, resaltó. “Perdimos la intendencia de Paraná, pero yo tomé el compromiso con la responsabilidad de que el juego se abra para los candidatos que no son de la política. Yo venía trabajando en los barrios, con los chicos, porque conozco la ciudad. Soy de los que piensa que para cambiar algo hay que involucrarse”, esgrimió.

Y sobre su desdoblamiento de tareas, lo dejó en claro: “No dudé en aceptar porque sé que amo el fútbol, es lo que soy. Entreno por la mañana y voy a las sesiones del Concejo Deliberante por la tarde. Eso sí, desde que estoy en la política disfruto más el fútbol”. Más ahora, en tiempos duros para los K. “Me gustó el primer gobierno por como se ayudó a la gente. Pero había que ayudar y además capacitar al pueblo. En eso se falló”, finalizó.