“Tallerazo”. Es el nombre del equipo de auxiliares albiazules que se integra con el cuerpo técnico de Kudelka, preparadores físicos, DT alterno, de arqueros, médicos, kinesiólogos, masajistas, utileros y analista de videos. Claves en el título reciente.

Victorio Ramis llegó a lo soñado. Es el que determinó el ascenso de Talleres a la B Nacional. Su festejo contra un córner, su expresión, el abrazo con los compañeros, el cuerpo técnico, el festejo de la gente que viajó y de todo el Mundo Talleres quedaron en la historia. Para llegar al éxtasis, “Pipe” recorrió un camino que dependió de su esfuerzo personal, del entendimiento de sus compañeros, de la táctica del entrenador, de la banca de su familia y amigos, pero también del esfuerzo de un equipo que también jugó un gran partido y que lo ganó de punta a punta.

Son aquellos que rara vez salen en el gran escenario, pero son tan vitales como la mejor asistencia, la mejor atajada o un gol. Para subirse al escenario soñado recorrió un camino en el que recibió el conocimiento, asistencia, la curación, los consejos futbolísticos y personales, la indumentaria, su propio compacto de imágenes (aciertos y virtudes).

Entrenadores alternos, de arqueros, preparadores físicos, médicos, kinesiólogos, masajistas, utileros y las nuevas funciones de psicólogos y editores de video formaron “el otro” Talleres, el que compartió el logro tan ansiado. “Los que menos se ven, los que siempre están aportando su laburo y humildad...”, fue la definición que encontró Mauro Cerutti, uno de los preparadores físicos, a la vuelta del interminable viaje en ómnibus a Cipolletti de Río Negro, mientras el plantel volvía en avión.

Los de siempre

Julio Ferreyra es el médico del plantel (dos etapas: 1992-1995 y 2000-2015) y actualmente se recupera de una lesión en el tobillo derecho (fue intervenido) por el festejo del último ascenso. Lleva 37 años de profesión y en el museo de sus camisetas tiene las de muchos jugadores que recuperó de lesiones severas, crónicas y prolongadas. “Ramis me la entregó antes del partido en Formosa. Lo hablé mucho. Cuando alternaba, tuvo traumatismo de cráneo contra el Belgranito y estaba preocupado. ‘Te la voy a entregar ahora frente a Unión Aconquija porque si ascendemos en Formosa va a ser un lío’. Y tuvo razón. Me dio la naranja”, recordó Ferreyra.

A Ramis, como a varios jugadores, se los solía ver en “Espacio Físico”, donde atiende el kinesiólogo Pablo Renzi, quien por trabajar en el club desde 1992, estuvo en todos los ascensos de Talleres (1994, 1998, 2013 y 2015). “Es un turno extra de trabajo que hacemos varios jugadores. A veces una buena elongación vale tanto como un entrenamiento”, contó Ramis. Víctor Beraldi, por caso, le dedicó el gol ante Unión Aconquija, tras recuperarse de varias lesiones musculares. ¿Más? El bailarín Iñaki Urlezaga y el artesano Carlos Pallarols se atienden con él. Hasta el gobernador José Manuel de la Sota se rehabilitó allí tras una fractura de tobillo.

Gustavo “Mono” Irusta es el entrenador de arqueros desde hace 10 años en la “T”. Fue arquero desde el ascenso de 1994 y vivió los de 2013 y el actual. En 2014, al lesionarse el DT Sialle salió a la cancha junto con el PF Navarro. Cuando llegó a la selección, Diego Pozo valoró el trabajo que hizo con “el Mono” en Talleres.

Y si hay alguien entrañable ese es Lorenzo Coronel. “El tío” es el masajista que llegó de Racing de Nueva Italia en 2007 (suma 60 pretemporadas) y es un gran apoyo para los jugadores, pero defensor a ultranza de su laburo. “Los jugadores son los ojos de mi vida. Las cosas que me cuentan en cada sesión de masajes mueren conmigo”, cuenta Coronel, quien tiene la suerte de trabajar con su hijo Matías, utilero junto a César Nocella.

Los nuevos

Con Kudelka, llegaron Raúl Armando (clave en la llegada de Francia), el mencionado Cerutti, Víctor Welsh (psicólogo), Federico Flores y Darío Medina (analistas de rendimiento y editores de videos). El club sumó a Alexis Olariaga (el preparador físico que volvió al club), Luis Achával (secretario técnico), Juan Remondegui y Sebastián Ochoa (kinesiólogo) y José Carena (médico). En los “picados” que se arman una vez a la semana, el capitán es Renzi y dirige Olariaga. ¿El nombre? El Tallerazo. También ascendió.