Que son panaderos, amateurs, que trabajan por la mañana y trabajan por la tarde, tantas características hemos tenido que escuchar con relación a los equipos que debe enfrentar Talleres en este Federal A. Cierto es que con los siete ascensos de la temporada pasada a la B Nacional y la misma cantidad de ascensos del Federal B dejó como resultado una categoría sin tanta jerarquía, pero si en Primera División hay 30 clubes, más 20 en la segunda categoría del fútbol argentino, ¿qué se le puede exigir entonces a la divisional del Albiazul?

Y en ese contexto, está claro que los de barrio Jardín son los grandes candidatos. Y más con la gran inversión que viene realizando al nueva dirigencia de Andrés Fassi y Grupo Pachuca, inusitado en la historia del Federal A. Pero la realidad indica que no hay atajos para recuperar la gloria perdida. O sea, no se puede ascender en la 5ª fecha, por más que así lo desearan todos.

Equipos como Gutiérrez Sport Club, Sportivo Las Parejas y 9 de Julio de Morteros, que por primera vez dejan de lado el fútbol chacarero o regional, se terminan cruzando en el camino de Talleres y eso en parte relativiza los logros de este equipo que marcha puntero invicto, sacando cinco puntos de diferencia al segundo, apenas disputada la primera ronda. Minimiza las victorias o goleadas. En algunos casos, la distancia es abrumadora, y en otros, el riesgo también lo deja expuesta, porque al ser tan mínimo el margen de error, un empate se considera peor que una derrota.

Y bueno, Talleres no va a volver a la B Nacional superando a Chacarita, Instituto, Atlético Tucumán o River. Estos son los rivales que le puso el destino. Por un lado, mejor. Así al menos llega entonado a las etapas de definiciones. Por otra parte, peor, porque hasta que no logre el campeonato será juzgado con severidad, sin resaltarle atributos, por culpa de las pocas virtudes ajenas, no propias. Pero bueno, si ni en Primera ni B Nacional hay buen fútbol, ¿Qué le podemos pedir al Federal A?