Líder. Es una pieza fundamental en el Talleres de Ghiso. “Estamos en el buen camino”, dice el volante central uruguayo que sabe de presiones por lograr objetivos importantes.

Julio Mozzo ofrece sus versiones al corazón del Mundo Talleres. Como un buen mozo. La más fuerte de todas fue el derechazo desde afuera del área que batió a Lucas Hoyos y que permitió empezar a construir el 3-1 que le permitió a Talleres eliminar a Newell’s y pasar a cuartos de final de la Copa Argentina. La última, la del debut por el Federal A ante Tiro Federal de Rosario, lo mostró ganador en la mitad de la cancha y con posibilidades de subir unos metros al punto de que logró patear en tres oportunidades al arco.

¿En qué lugar se para el volante para definirse? “Trabajo, soy un volante de contención. Lo mío es quitar la pelota y dársela a los que saben. Eso es lo principal y tratar de contagiar a mis compañeros, ese es mi fuerte”, dice el volante central albiazul, quien cumple una función fundamental en el Talleres de Jorge Ghiso. Si el equipo va a ser protagonista en todas las canchas, es necesario la recuperación de pelota y Mozzo, es clave. Ya sea Nicolás Schenone Paz o Agustín Díaz, el otro “5”.

Igualmente, en ambas versiones, Mozzo hace sobresalir su temperamento uruguayo. Sale a copar la parada para que no se lo lleven puesto. Ni a él ni al equipo. Avanzando o retrocediendo; pegándole al arco o quitando, solo (como le pasó en la Copa Amistad ante Belgrano en el que tuvo que irse expulsado a los 10 minutos del segundo tiempo porque no daba a basto) o acompañado, siempre va a tratar de copar la parada. Así de claro, como suele ser su discurso. “Este equipo demostró que tiene hambre y que quiere salir de la categoría. ¿El gol a Hoyos? Me equivoqué”, dijo sobre aquel partido contra Newell’s.

Es la misma autocrítica que ensaya sobre el 0- 0 con Tiro. “Es difícil que se de un partido así, más con el local jugando de esta manera. Hay equipos que van a proponer un poco más. Hay que rescatar las cosas buenas y lo malo, trabajarlo”, afirmó.

–¿Entonces?
– Si bien en algún momento equivocamos el camino, la intención de jugar siempre estuvo. Tiro puso cinco defensores. Cada uno juega como puede y como quiere. Tenemos que ocuparnos de lo nuestro. Nos dimos cuenta porque nos esperaban muy atrás, como que nos daban la pelota y lo que no teníamos que hacer era mantener el equilibrio. Porque lo perdías en un segundo y lo podíamos pagar caro. Tuvimos varias chances para definir el juego. Nos faltó la última puntada, pero también es cierto que hay que tener un poco de suerte. Tuvimos remates desde afuera que no pudieron entrar. Hay que seguir trabajando. Estamos en el buen camino.

Presión. Mozzo es nuevo en el club, pero sabe que “hay que dejar la vida por Talleres y por el ascenso”. También lo dice cuando la prensa le pregunta sobre si volverá algún día a Rosario Central, club con el que ascendió, pero en el que su DT Miguel Russo le dijo que no lo tendría en cuenta para jugar en Primera. Mozzo agradece y dice: “Ahora, pienso en Talleres”. El uruguayo sabe de presiones. En Central “era obligación ascender”, como en Atlético Tucumán y en Peñarol, “ser segundo no contaba”. Así supo llegar a la selección de su país. Y sus referencias lo trajeron de Douglas Haig a Talleres. Para que sea un gran Mozzo.

Albiazules


15 uruguayos. Con Julio Mozzo, Nicolás Schenone Paz y Diego Martiñones, son 15 los charrúas que pasaron por Talleres. Antes estuvieron Gustavo Dalto, Javier y Henry Ariel López Báez, Eduardo Da Silva, Juan Bogado, Javier Zeoli, Juan Morales, José Montelongo, Ignacio González Barón, Michael Etulain, Osvaldo Canobbio y Víctor Piriz Alves.

Herrera. “En cinco días vuelvo a entrenarme”, dijo Luis Herrera, quien se recupera de una lesión de meniscos. El defensor proviene de Lanús y es titular para Ghiso.

Los “transfers”. Para hoy está previsto que lleguen los pases de Nicolás Schenone Paz, Diego Martiñones, y Danilo Lerda. Así podrían estar disponibles ante Unión (MdP), el sábado a las 20.