Hola amigos del fútbol. Cuando nos disponemos a observar un encuentro de fútbol en estos tiempos, casi siempre, además de la formación de los equipos, miramos quién es el árbitro que dirige. Y por supuesto, comenzamos a sacar conclusiones varias. Ahora, si el juez es uno de los jóvenes como Nicolás Lamolina, que es a quien vamos a analizar, tras conducir Talleres 3 - Independiente Rivadavia 1, no es fácil de realizar.

El señor Lamolina ya condujo a Talleres con anterioridad en el Argentino “A” y la gente no quedó muy contenta con su actuación porque terminó expulsando al “Tin” Díaz y en este encuentro de ayer, le mostró la roja a Marcos Brítez Ojeda y a Renzo Vera correctamente, ambos de la “T”.

Siempre decimos que no todos los jueces tienen la misma forma de dirigir. Hay quienes tratan de llevar desde el comienzo mismo, un partido sin necesidad de sacar tarjetas amarillas, pero hay otros, como Lamolina que desde el inicio del encuentro, sacan todas las tarjetas que sean necesarias, y no está mal porque él sabe que se está condicionando actuando de esa manera. Pero quienes estoy seguro no se dan cuenta, son los jugadores. Y a las pruebas me remito. Ayer el juez sacó no menos de 11 tarjetas amarillas y 2 rojas, pero todas con motivo, por faltas que el reglamento indica que deben ser amonestaciones y expulsiones, pero lamentablemente quienes no se dan cuenta que el juez comienza y termina un partido de la misma manera, son los protagonistas. Los jugadores expulsados fueron por doble amarilla y todas por faltas sancionables con ese color de tarjeta, entonces señores nos acostumbremos a analizar a los jueces como corresponde porque lamentablemente no todos son iguales.