3-1 a la Lepra. Sánchez Sotelo y Klusener golean y hacen jugar. Más Díaz y Barrionuevo.

Es así. Talleres es la dupla Juan Sánchez Sotelo-Gonzalo Klusener y aquellos que los entiendan. O quienes intenten hacerlo. El orden de los factores no altera el producto porque su fútbol terminará multiplicado. Literalmente. Es una sociedad para las que no hay restricciones. Sobre todo ahora que la “T” necesita los puntos como nunca. Es la mejor respuesta que puede dar el equipo, más allá de que la táctica tenga algo de Arnaldo Sialle (reponiéndose de su lesión en Rosario) y un poco de Héctor Chazarreta (ayer terminó dirigiendo Víctor Heredia por su expulsión). Cuando hay tipos tan gravitantes, no queda otra que jugar para ellos. Y que entre ellos también exista el acuerdo. En un equipo que va cambiando sus intérpretes partido a partido y no termina de consolidar su juego, la dupla Sánchez Sotelo-Klusener ofrecen certezas. Ayer se sumaron Ezequiel Barrionuevo, Marcos Brítez Ojeda y se mantuvo Agustín Díaz.

Es cierto e innegable lo de la dupla y sus pretendidos socios, pero entre las condiciones que deben darse para que se dé esa explosión futbolera se cuenta también la de cierto respaldo defensivo y de la inteligencia para administrar la ventaja. A puro anticipo, suelazo y reflejos, Juan Avendaño, Renzo Vera y Pablo Santillo, respectivamente, desactivaron desde el inicio el buen ataque de Independiente Rivadavia, base de una racha de 14 partidos sin perder. Fue tan importante como para conservar la ventaja, aún con dos jugadores menos tras las expulsiones de Brítez Ojeda y Vera. Entre todos armaron una victoria memorable ante La Lepra por 3-1.

Díaz de goles. La dupla arrancó jugando de primera a la espera de voluntades que captaran ese mensaje. En la primer jugada fue penal a Klusener; en la segunda legó el 1-0. “El Lobo” se fue de enganche, Díaz le marcó el pase con una diagonal y solamente le quedó gambetear al arquero. Luego, Klusener le ganó la posición a Agüero y Barrionuevo le puso la pelota en la cabeza. Fue a un ángulo. Y tras el recreo generado por el 2-1 (golazo de Tonetto, tras pase de Gómez, en una de las pocas jugadas que quedó libre), llegó el balazo del “Lobo”. Otro gran pase del “Indio” (¿por qué “comió” tanto banco?), Sánchez Sotelo la paró, hizo pasar de largo a Parisi y colocó la pelota contra un palo. Pegó ahí y entró. Talleres ganó bien y en un partido importante.

Recurso. Klusener lo vive haciendo. Si la pelota está en la banda, él pone un pie delante de la marca. Así se asegura la chance de cabecear o que sea penal. Así le hizo a Agüero. Barrionuevo se la dio, “Kluse” hizo el gol y el “2” sólo pudo mirar o tratar de incomodarlo.

“Lobo” vivo. Sánchez Sotelo se fue de enganche, Díaz hizo la diagonal. Lo que nadie espera.

Uno x uno


Pablo Santillo. Tapó tres pelotas de gol. Y en el descuento de la Lepra, nada pudo hacer.

Esteban Burgos. Debió lidiar con el “rapidito” Gómez. Ganó más de lo que perdió.

Juan Avendaño. Anticipó bien.

Renzo Vera. Caudillo en un momento difícil. Vio la roja al final.

Elías Bazzi. Buen partido.

Gabriel Carabajal. Sumó. Casi clava un tiro libre.

Marcos Brítez Ojeda. Quitó y jugó hasta que vio la “roja”.

Agustín Díaz. Inteligente, volvió a su posición.

Ezequiel Barrionuevo. Clave en dos goles.

Juan Sánchez Sotelo. Un gol y un pase gol y mucho juego.

Gonzalo Klusener. Un gol y un penal no cobrado.

Tevez, Bottino y Leyes. Corrieron para frenar al rival.