De Primavera. Tras un inicio de torneo sin luces, Talleres venció a San Martín por 1-0. Tercer triunfo seguido que levanta todo.

“No hay dos sin tres”, repite un hombre en la tribuna y sacude las piernas como si quisiera ir a buscar la devolución, el pase que todavía Gonzalo Klusener se reserva para que estalle el delirio.

“No hay dos sin tres”, vuelve a decir mientras en su cabeza el fixture le marca que Talleres lleva dos triunfos que evitaron -en principio-la tormenta. Entonces cierra los ojos porque cree en ese dicho popular y espera algo, un guiño de la noche, el mensaje desde la popular para que aquel gris del inicio del campeonato ahora tenga la cintura de la primavera.

Después de aquel arranque sombrío con tres empates con gusto a agua (es decir a nada), con Sarmiento primero, Douglas Haig después y los jodidos de Unión. Entonces el panorama, más allá de exagerado, no deja de sembrar ciertas dudas, algún rezongo.

Pero la sequía, quizá desmedida, tiene a Talleres con la lengua afuera. Dos derrotas, una con Almirante Brown, la otra ante Crucero del Norte, arrastran al DT Cacho Sialle hacia la boca de tormenta. Entonces vienen los plazos, las declaraciones sinceras y las otras como para sacudir cabezas, almas, orgullos.

Y algo brota de la tierra convertida en dolor que traga nombres, cargos y objetivos. Una semillita prende, a duras penas, contra la Verde. Y alguien riega, al pasar, buscando los vientos del norte. Y justamente allá, ante Gimnasia de Jujuy, reverdece la búsqueda del equipo. “No hay dos sin tres”, pronuncia el hombre mientras hace un bollo con el diario. Es que ha leído que hoy la T puede hilvanar su tercer triunfo al hilo. Es él y miles con una esperanza brava ante los difíciles sanjuaninos.

Entonces las rodillas del viejo se sacuden frenéticas. Como si se las prestara a Vega para que llegue justo a tiempo. Y grita desaforado porque Renzo Vera va al suelo, cosecha alguna pierna con tal de que Talleres cumpla con el decir popular.

Cambio de estación. Talleres hace el click. Más allá de tener que seguir buscando el equilibrio en el retroceso defensivo. Más allá de mostrar dudas, ha encontrado un camino. Un lugar donde sembrar la idea que Cacho, de a poco, intenta trasmitirle a los suyos.

Y aquel invierno no tan lejano parece esfumarse. Quizá demasiado dramático pero no por ello irreal en estos extremos que se mueve Talleres. Hasta que la bola va por el aire (se hace luna para el relato del Turco Whebe) y Kluse resuelve con oficio habilitando a un compañero.

“No hay dos sin tres”, vocifera el viejo ya de pie. Dispuesto a empujar desde cincuenta metros para que Vega haga un surco y plante una ilusión en el camino. Algo bueno está por ocurrir intuyen todos en el Mario Kempes.

San Martín de San Juan dice basta. El señor también y se ríe porque sabe que Talleres parece encontrar un principio de primavera. Aunque esto sea largo y haya que sembrar en cada partido. No será fácil, pero los frutos siempre vienen con el tiempo.

500 goles en la B Nacional. El de Marcelo Vega a San Martín es el gol 500 de la T en la categoría del ascenso. Dato de @mauricoccolo.

La figura: Marcelo Vega. En su mejor actuación desde que llegó, Marcelo Vega coronó su con el gol de la victoria. El volante aportó movilidad y generó peligro por su sector. Punzante y vivo para atacar. Además, se destacó Gonzalo Klusener, quien asistió en el gol y fue importante en el juego aéreo en las dos áreas. Y una vez más cumplió una sólida tarea Renzo Vera, quien le dio otra seguridad a la zaga central.

La bolilla ganadora y ¡sale el oooocho! A Talleres le quedaban pocas monedas y algún vuelto en esperanzas. Con más intuición que con sapiensa había apostado una y otra vez al número ganador. Aferrado a la suerte de encontrar el cartón ganador. Pero fue una bolilla que bajó Gonzalo Klusener desde las alturas para que el oooochoooo definiera genial. Sí, por Marcelo Vega, con el ocho en la espalda y a los 31 minutos del complemento, Talleres cantaría bingo en una noche de apuesta y bancas.

En el arranque del juego el equipo de Cacho Sialle dejó claro que su rol era el protagónico. Aunque primero voló Santillo ante un remate de Pablo López, de lo mejor de San Martín, cuando iban apenas tres minutos del partido.

Pero después la T le quitó la pelota a los cuyanos y asustó por derecha: Vega le comió las espaldas a Salas y vino lo mejor del albiazul. A los 11 Klusener cabeceó desviado. Pudo gritarlo el capitán Juan Pablo Avendaño pero se la soplaron en la línea, a los 31.

¿Lo mejor del local? La movilidad de Sánchez Sotelo y Kluse. Los dos delanteros se las ingeniaron -pese a no recibir bochas redondas- para generar espacios. Y peligro. El primero habilitó entre líneas a Kluse, pero el arquero Ardente se avivó. El final del PT encontró a Talleres con una certeza: había tenido las situaciones de gol más claras y su rival mostraba dudas atrás.

Buscó y encontró. En el complemento, la T salió decidido por los tres puntos. Fredrich le puso el centro en la cabeza a Burgos, que conectó débil. De todos modos, a los 14 minutos la visita estuvo ahí de enmudecer el estadio con Ledesma en la boca del arco. Y los minutos siguientes fueron dominados por el desorden.

Cacho mandó a la cancha a Gabriel Carabajal para ganar en juego y clarificar. Leyes apretó más al medio y vino la luz. El siempre útil y necesario Klusener habilitó de cabeza (de espaldas al arco) a Vega, que entró como un camión para definir exquisito y reivindicar la vocación ofensiva que trajo desde Olimpo.

San Martín no encontró la manera de reaccionar, más allá de que el Dani Garnero quemó las naves para evitar lo que sería la cuarta derrota en el torneo del Santo, que hasta hace meses era habitante de la Primera División.

El final encontró al Matador a puro grito por el tercer festejo al hilo en el afianzamiento del conjunto de Cacho. Feliz por la apuesta más allá del sufrimiento, creyendo desde anoche que las cosas pueden ir mejor más allá del azar y el intento. Que después de todo lo importante es intentarlo.

Mundo Albiazul


Multitud. Unas 27 mil personas acompañaron a la T anoche en el Kempes, en la mayor concurrencia desde el inicio de la B Nacional.

Por TV. La próxima de los albiazules es ante Ferro en Caballito, este lunes a las 16 televisado, por la novena fecha. El plantel entrena hoy en La Boutique y viaja mañana a las 22.

Agenda, con clásico. Después de Ferro, se viene una seguidilla tremenda: Independiente (L), Defensa y Justicia (V) y el clásico con Instituto (L), en el feriado del lunes 14 de octubre.

De selección. “Vivo el sueño de mi vida”. Así graficó el juvenil Cristian Pavón en el portal de Día a Día la noticia de que jugará el Mundial Sub 17 en Emiratos Árabes con la albiceleste, a mitad de octubre. Y quizá con la “10” en la espalda. El hábil Pavón firmó contrato con Talleres hasta 2017, luego de arduas tratativas.