De tal palo... Sebastián Navarro y Luis Salmerón, dos jugadores de Talleres a préstamo en Ferro, le amargaron el ascenso directo a la Gloria. Tienen opciones de compra elevadas y deben volver a la “T”.

La posibilidad estaba, pero los hinchas de Instituto preferían tocar madera antes de siquiera mencionarla. Por el contrario, sus pares de Talleres, golpeados como están por no poder salir del Torneo Argentino A, se solazaban pensando, como un consuelo menor, que entre dos jugadores de la “T” pudieran arruinarle el ascenso a los primos albirrojos.

Y el fútbol, irónico e imprevisible como suele ser, lo hizo. Con la camiseta de Ferro, el volante central Sebastián Navarro y el delantero Luis Salmerón, dos jugadores albiazules a préstamo en el Verdolaga, le amargaron la existencia a la Gloria. Y lo hicieron de la forma más lacerante: marcándole goles.

“El Pupi” metió el primero y “el Seba”, la figura del partido, el tercero. Uno marcó el inicio del fin y el otro en el epílogo del suplicio que sufrió la Gloria en el partido de ayer.

De una jugada que arrancó en una habilitación de Navarro para Acuña vino el de Salmerón. “Vi que Acuña llegaba solo por la izquierda y se la di. Después llegó el centro y ‘el Pupi’ hizo lo que sabe: definir”, comentó el “5”, que ayer tuvo la “7” en la espalda y participó en los tres goles de su equipo.

“Me imaginé un partido así toda la semana. Soñé un resultado así. Yo aporté lo mío, pero fue el equipo el que jugó muy bien. Nos encontramos con muchos espacios libres en el medio que supimos aprovechar”, agregó el volante nacido en la ciudad rionegrina de El Bolsón.

“En Talleres se deben estar refregando las manos. ¿A cuánto se habrá disparado tu cotización por la actuación de hoy?”, lo consultó Mundo D (su ficha es de Talleres y la mitad de su pase está valuado en 250 mil dólares). Navarro sonrió y entre risas respondió: “No sé. Yo tengo contrato con Talleres dos años más y debo volver al club. Ahora me iré a descansar a El Bolsón y después veremos”.

Cuando se lo consultó si por ser de Talleres disfrutó más del triunfo, indicó: “Lo disfruté mucho. Me crié en Talleres, soy hincha y he vivido muchas cosas en el club. Me dolió mucho que otra vez no pudiera ascender a la B Nacional”.

“Nos ensuciaron.” A su turno, Salmerón, quien fue insultado antes, durante y después del partido por la hinchada albirroja, hizo catarsis al salir del estadio albirrojo.

“Nos sentimos ensuciados, porque dijeron que habíamos entregado el partido con Atlanta. Me tocaron el orgullo. Me dio bronca que dudaran de nosotros. Queríamos demostrar que por más que parecía que Instituto tenía el ascenso asegurado, nosotros tenemos un plantel leal y un buen equipo”, expresó “el Pupi”.

Respecto de su pertenencia a Talleres, Salmerón comentó: “En la cancha en ningún momento me acordé de que había jugado en Talleres. Yo sólo quería ganar y hacer un gol. Además no es la primera vez que le meto un gol a Instituto. Al que me muero por hacerle un gol es a Belgrano”, concluyó Salmerón, cuyo opción de compra es de 800 mil dólares.