El juez, que condujo la salida de la quiebra de Belgrano a mitad de este 2011, ahora encaminó el proceso albiazul al punto de que no quiere extender su resolución más allá de fines de 2013. “Si fuera necesario, apelaríamos a una extensión de sólo un año”, agregó el magistrado.

No será un fin de año cualquiera para Saúl Silvestre. Con un manejo ordenado y la concesión de Córdoba Celeste, el magistrado resolvió la quiebra de Belgrano a mitad de año. Hace menos de un mes, encaminó el proceso de Talleres, quizá la causa más complicada, al punto de que recibió un club con una deuda de 31 millones de pesos y hoy tiene una proyección del pasivo de seis millones para fines de 2013.

¿Más? Eliminó el riesgo de liquidación con el que convivió su antecesor Carlos Tale, justo cuando hoy se cumplen siete años de la quiebra.

“Lo de Belgrano fue fantástico. Se logró pagar el pasivo, el club se normalizó. Fue como en el guión de una película. Se jugó un ascenso con River, en el medio de la normalización. Con Talleres, son clubes que deben tener un orden administrativo y un panorama de consulta muy amplio. El que es presidente de un club no necesariamente tiene que saber mucho de fútbol sino que debe tener asesores. Me dolería si no se aprenden las lecciones. ¡Contratar esperando que pague el resultado deportivo! Quien me diga que el fútbol es deficitario... ¿No se sabe manejar 30 ó 40 millones de la televisión? Por favor”, dijo el juez.

“Talleres no debe vender ya como pasó con Belgrano. Con los ingresos de Pastore y GAMA, de otros jugadores, no es un club vendedor. No le voy a decir a Sialle: ‘Sacame a éste que lo voy a vender para pagar el pasivo’. Que sí eran los problemas con Armando Pérez. Montoya no quería irse…”, contó Silvestre.

Después de los puntos en común de ambos clubes, ingresó al mundo albiazul. “Talleres fue un desafío. Vi su valor agregado. Más allá del factor social, había un factor de la gente muy distinto. Una gente que estaba cansada de frustraciones, que se abandonara esto de las ideas de los sueños trasnochados. No postergamos lo deportivo, pero si nos abocamos solo a esa cuestión, nos iremos al fondo y no saldremos más. No vamos a prometer milagros, sólo orden y trabajo. Seriedad en el futbol de inferiores.

–¿No más concesiones?
–No. No se puede escindir el fútbol profesional del amateur. Debe haber una correspondencia. Que lo que se necesita arriba esté abajo. Y que los que vienen afuera puedan explotar como lo hizo Pereyra, en Belgrano. Hay escuelas de fútbol en Talleres, ahora. Hay que crear síntoma de pertenencia como los pibes que alcanzan las pelotas y sueñan con jugar.

–Con las concesionarias, que fueron autorizadas por la Justicia, se fueron Pastore y a los pibes como Navarro o Godoy se los obligaba a firmar para ellos o para tal apoderado. Así los pibes quieren debutar para poder irse…
–Sí. Son procesos. El orden y el plus que tiene Talleres lo va a llevar a flote. Para después acertar con técnicos y jugadores. Banfield, Lanús, Vélez, Estudiantes, Colón son ejemplos. Talleres es un club grande, hay una cantidad enorme de pibes que quieren jugar. Debe tener una estructura de servicios. Son costos que otros no tienen. Le intentamos explicar al hincha que no íbamos a gastar más lo que no teníamos. Lo entendió. Que Talleres no está para grandes contrataciones. No se puede contratar grandes jugadores y pensar que el resultado lo pagará. Nunca más.

–Hace poco un zaguero cobraba 40 mil dólares por mes...
–Son las moralejas que la quiebra debe dejar.

–¿Cómo analiza al Fondo?
–Se ajusta al presupuesto. Que no se podían generar milagros. Lo de inferiores es serio.

–No tiene un fiduciario deportivo. El Fondo arranca hablando de trabajo a largo plazo, pero, ante los malos resultados, surge la urgencia de ascender. Se cambian DT, refuerzos...
–Con un fiduciario deportivo no alcanza. Debería tener varios. El fútbol es tan complejo que quien se postule para idóneo deportivo debe ser un superhombre.

–¿Pagará la quiebra a fines de 2013 como el plazo de la ley original o apelará a la prórroga de los tres años?
–Vamos a esforzarnos en pagar la quiebra y si fuera necesario prorrogar, sería por un año y no por tres.

–¿La idea es no llegar a la prórroga?
–Sí. Trataremos de no llegar a la prórroga. Si es necesario, sólo un año más.

–¿Por qué un año?
–Es distinto al caso de Belgrano al que yo tenía gerenciado. El año no servía. Pero sí la prórroga de tres porque se puede invertir y se puede formar un pibe. El DT sabe quienes los dirigen. Lo más importante es que eliminamos todo riesgo de liquidación del predio.

–¿El Fondo es un gerenciamiento encubierto?
–Tres personas (un juez y un fideicomiso) no pueden manejar un club tan grande. El Fondo compartió lo del orden, las inferiores y que no iban a cometer la locura de ir a atacar o deportivo. Sé que son hinchas y quieren ascender. Pero ellos saben que ahora trabajan distinto. Les marcamos la cancha. Y no pueden generar mayores gastos. Nadie les pide que lo haga ascender a Talleres, para seguir. No pedí una tarea resultadista. Si me traen la Copa Argentina y en las otras exigencias son un desastre, no me sirve. Los saco. No es un Fondo cerrado. Se ha sumado gente. No es una concesión. No es que no me desvele el ascenso ya. Pero me sentiría mal si las cosas no salen bien. Se cometen errores, pero las cosas se hacen bien. La clave es dejar al club mejor que antes de quebrar y sin rematar activos. Levantar un pasivo de 31 millones, pero capitalizado con 500 chicos y servicios.

–Sectores políticos lo cuestionan porque no les permite ser parte del proceso y si a gente del Fondo que estuvo en las últimas comisiones…
–El Fideicomiso me consultó por colaboradores que quieren que integren el grupo, en función de la idea. Lo fundamental es que el club esté mejor.

–Tras la proyección de pago y el mal momento deportivo. ¿Qué pasó?
–Hubo ex dirigentes que están preocupados. Que no comparten esta visión de transmitir en conjunto, sino priorizar el plantel profesional. ¿Miedo al descenso? No, creo. Con el plantel que tiene, no puede descender. El planteo es que se pierdan hinchas, la esencia, porque Belgrano esté en Primera. Lo que no te mata, te fortalece. Talleres es un infartado que se cayó a las vías y le pasó un tren por encima. No se va a recuperar de un día para otro. La preocupación de esos grupos es que hay que hacer algo ya... Pero no se va perder la mística.

–¿Se refiere a Talleres es de su gente-Manzur?
–De todos los que vinieron. El mismo es que “si no hacemos algo vendrá la hecatombe”. Es absurdo.

–¿Puede crecer la deuda si la quita del 40 por ciento se declara inconstitucional?
–Debió ser planteado al comienzo del proceso. Que se pague el 60 por ciento de un crédito quirografario no es poco.

-¿Pedirá al Fondo que pague una parte de la deuda?
–No. A nadie. Con ese criterio le hubiera pedido a Pérez en Belgrano. Se vive con lo que se tiene.

–¿Abrirá los padrones?
–Sí. Está puesto. El día que normalicemos el club, podrán inscribirse como socios, para votar autoridades.

–¿Habrá presidente normalizador?
–No lo definí. Fue para un momento particular. Necesitábamos ayuda. Para que admi­nistrara propuestas de pago de pasivo. Y no tenía con quien hablar, alguien que tuviera la representatividad del mundo Talleres. Después el fideicomiso fue capaz de hacerlo y de llevar adelante todo.