Nada amistoso. Talleres se quedó con el clásico de verano ante Instituto. Ganó 3-2 en Alta Córdoba y demostró que tiene con qué.

Los bronceados se notan en esas panzas bastante crecidas. Remeritas estampadas en el pecho, bien azules y blancas. El corazón late y late bien fuerte. Enfrente, la moda también se hace presente. El look vintage es lo que reluce en las tribunas, con la palabra Klimowicz que retorna al barrio. Pero, el que se sintió más a gusto con la temporada alta fue la T. El que está abajo. El que está arriba en su categoría. El más débil pudo con el más poderoso. Porque, en el verano, todo se puede. Y la placa roja y blanca esta vez fue azul y blanca: ¡Estalló el verano! Sobre todo para Talleres. Ganó la T 3-2 en clásico amistoso. Lisandro Sacripanti, dos veces, y Adrián Aranda marcaron para el Matador. Iván Furios y Leandro Lázzaro lo hicieron para la Gloria.

Los grones todavía intentaban soplar el humazón que les tapó las caras en la salida de los equipos cuando explotó la primera bomba en Alta Córdoba. Dos de los que nunca se equivocan en el Albirrojo se complicaron la vida y sufrieron las consecuencias. Facundo Erpen no pudo rechazar mediante un cabezazo y el Loco Carranza quedó pagando. En medio de este desconcierto defensivo apareció Sacripanti. El otro Loco estuvo un poco más cuerdo y su cabeza funcionó a la perfección para meter una fabulosa vaselina sobre el 1 glorioso y desatar el delirio albiazul cuando apenas iba 1 minuto de juego. La T se ponía arriba 1-0 cuando muchos todavía estaban llegando a la cita.

Pero la noche iba a tener mucho más calor pocos instantes después. A los 3 minutos, el Pelado Furios peinó con transpiración una pelota para dejar inmóvil a Crivelli y estampar el 1-1 bien rapidito. La Glo y la T desataban un carnaval explosivo de goles.

La cosa no quedó ahí. A los 11, Furios cayó en el área, Collado dijo penal y Lázaro la mandó a la red. 2-1 para el local y todavía quedaba mucho fuego de artificio para tirar.

A partir de la ventaja gloriosa, Talleres fue quien se asentó mejor. Los extrañamente imprecisos Erpen y Lima fueron superados varias veces y creció muchísimo la tarea de Anívole en la T.

Con el zurdo llegó un desborde, centro atrás y remate de Aranda que rebotó en la mano de Erpen y que Collado no sancionó penal. Pero sí lo hizo después. Damiani llegó tarde y lo bajó al Batí. El 9 cambió el remate por gol y puso las cosas 2-2. Con justicia. Iban 29.

Lo dio vuelta. El ST se tiño, rápidamente, otra vez, de azul y blanco. Sacripanti volvió a demostrar estar bien cuerdo y mandó al loquero a Carranza. El 1 falló en un remate del delantero de la T y la pelota se metió para el 3-2 de Talleres. Instituto intentó de todas maneras entrarle al albiazul. Pero jamás lo logró. Sus hombres más importantes todavía buscan sacarse el verano de encima. Intentan despelucharse de las marcas del ocio. Todo lo contrario en la T. Sacripanti fue imparable; ingresó Riaño y también lo fue; Anívole estuvo intratable; y el doble cinco Leyes-Gianunzio nunca perdieron el equilibrio. El torneo está a la vuelta de la esquina y su verano ya estalló. La Gloria todavía tiene que refrescar sus ideas. Debe darse el último chapuzón y volver a ser.

La figura: Lisandro Sacripanti. El Loco fue el más cuerdo de la noche. Metió dos lindos goles y aprovechó a pleno los errores de la Gloria. Marca la diferencia con su calidad y con su técnica. También se destacó Nery Leyes quien tuvo mucha personalidad en el medio.

Chau Negro. El Negro Collado tuvo un paso importante por el arbitraje. Anoche, Javier fue acompañado por su familia y antes del juego volvió a decir que ni Grondona ni Lamolina le dieron explicaciones claras de por qué lo “colgaron”.