Se recuperan. Víctor Cejas, Ramiro Pereyra, y Jeremías Zenón no aflojan. Trabajan tras sus graves lesiones.

No queda un alma. La gran maquinaria Talleres parece estar detenida. Sin embargo, en barrio Jardín continúan las obras en la Boutique. ¿Y los jugadores? La gran mayoría en pleno descanso. Pero más allá de eso hay algunos que no han parado. Antes de la Navidad Ramiro Pereyra, Víctor Cejas y Jeremías Zenón le ponen el pecho a uno de los peores momentos de sus carreras. La rotura de ligamentos cruzados de rodilla los puso de cara al “olvido” cruel por este tipo de circunstancias. Bajo las órdenes del kinesiólogo Pablo Renzi y de su muy estrecho colaborador José Devia en la enfermería de la T no quieren quedarse “cortos” con los tiempos.

El trío de jugadores cumple con subrutina, que los tiene en el anonimato (al menos hasta fines de abril), pero que los motiva a pensar de si llegan al reducido. “Yo fui nueve, estos pibes no saben lo que es correr”, bromea Renzi que también hace de sostén psicológico. El especialista de Camilo Aldao luego se pone serio. “Estamos en el paso de la recuperación. Están pasando de consultorio a la parte activa del gimnasio. Ramiro Pereyra está adelantado unos días, coincide con los días que fue operado con anterioridad con respecto a los otros casos. Viene muy bien”, le dijo a Día a Día.

Mientras, Devia despacha a Cejas con un “no pasa nada”, el volante pedalea. Zenón está dándole a los cuádriceps y Rama alterna con pilates. Renzi vuelve a hablar de la cabeza del jugador. “No hay que creerse que si se sienten bien pueden hacer más cosas. Por ejemplo si los largamos a correr hoy, corren sin problemas, pero no están dadas las condiciones porque la parte fisiológica de soldado y de religamentización todavía no están dadas. Pero estamos muy bien”, agrega en torno a las motivaciones.

Sabe el especialista cuánto influyen los reencuentros como el caso de la pretemporada. “Cuando estén en pretemporada el plantel ellos tienen que estar en gimnasio. Los jugadores extrañan el medio, el ambiente y tienden a deprimirse, pero los vamos a hacer trabajar bastante”, puntualizó.

Los que la sufren. El ex Libertad de Sunchales, Víctor Cejas pasa por un costado y luego se sienta. Y acompaña con frases muy mesuradas frente a la consulta. “Hay un poco de envidia sana por todo lo que está viviendo el equipo que va primero y lo que ve en sus compañeros. Yo me siento muy bien por el apoyo de la familia, de mi novia. En los primeros días uno se sentía un poco triste. Pero uno tiene que arrancar con el tratamiento. Ahora en lo personal me siento muy bien”, asintió.

A su turno, Ramiro Pereyra reforzó: “Ya pasó lo peor y cuesta. Uno quisiera estar dentro de la cancha. Lo estamos tratando de llevar bien. Nos ayuda mucho que somos tres los lesionados, los que estamos en la misma”. Por su parte, el más chico que asoma en la T, el pibe de embalse Jeremías Zenón le pone garra. Aunque lo retan porque vive preguntando una y otra vez, tiene algo que decir de su momento. “Recién estaba en el plantel profesional. Ahora tengo que tener tranquilidad y paciencia porque estamos tratando de sacar esto adelante. Es duro pero uno ya tiene que pensar en si puede llagar a estar a disposición del técnico”, dijo el pibe. No quieren deprimirse demás y albergan cierta esperanza para el 2011. “No me puse a pensar en si llego al final del torneo y crearme una falsa expectativa. Quiero empezar a trotar para volver a sentirme jugador de fútbol otra vez”, recalcó Cejas que se apartó de ese barullo que provocan las ganas de volver.

Pero la ilusión está, como en Ramiro: “Ojalá que entremos en la segunda ronda y si la puedo jugar sería lo ideal. El objetivo es el ascenso más allá de eso y si nos toca estar bienvenido sea”. Zenón arrima su sentimiento. “Sería lindo poder estar en el octogonal jugar ante un montón de gente. Es lo que más quiero y hay que tener paciencia y tranquilidad”, concluyó. Pero Renzi, el gurú de músculos, tendones y huesos pone un poco de freno y de calma. “Ellos tienen que estar tranquilos y pensar que deben cumplir con el plan que se llevan en estos días. Después al final veremos si están para decirles ‘vaya y juegue’”, finalizó.