De Bruno quiere volver. El 10 habló con Día a Día y dijo que sueña con sumar para el ascenso. Dice que está bien para jugar. Arzubialde lo conoce de Gimnasia (J).

Las noticias nacen y se reproducen. Las versiones son rumores que luego se confirman. Las idas y vueltas en Talleres convierten al club en una constante usina de información. Y cuando el río suena... en barrio Jardín algo trae.

La cosa surgió por un pequeño indicio que daba vueltas y que llevó a Día a Día a dar rápidamente con él. Llamada internacional a Ecuador. Desde allá, con voz nostálgica, Luciano De Bruno comenzaba a transmitir parte de sus sensaciones, las del momento, las que lo hacen repensar su presente.

–Hola Luciano, te llamamos de Día a Día, un diario que nació un mes antes de aquel descenso...
–Hola, no, no me hablés. ¿Día a Día? Ya lo voy a ver por la web. Todavía siento que tengo una deuda con Talleres. Qué cerca que estuvimos de quedar en la historia...

Claro, se trata de aquel Talleres que dirigía el hoy entrenador de River Plate, Juan José López. Fue una sumatoria de puntos abismal, descontándole a rivales directos como Chacarita y Nueva Chicago que venían holgados a comparación de ese Talleres en 2004. Aquel que peleó el campeonato, que estaba en las copas otra vez, pero que por la acumulación de temporadas anteriores, el promedio lo condenó a la Promoción. Y fue Argentinos Juniors el que se llevó puesta a la T. De allí en más, todo fue peor en Talleres hasta este averno del Argentino A.

–¿Qué sabés de Talleres?
–Todo, lo que me preguntes. Sé qué está en el Argentino y lo sigo siempre. Conozco a (Walter) Ribonetto, hablo y chateo siempre con el Chavo Ruiz, soy amigo Fabio Pieters y me muero por volver a Talleres. No me importa que esté donde está, quiero sumarme a Talleres y pelear el ascenso. Bah, ascender a la B Nacional.

–Se puede pensar que no estás bien...
–¿Qué? Estoy en Ecuador donde jugué hasta la semana pasada porque se terminó el torneo. Jugué en el Macará y fui titular y capitán, hice goles. Estoy bárbaro, me siento bien, no he tenido lesiones y la verdad, siento esa pica de volver. Ahora me voy a Rosario con mi familia y vamos a decidir qué hacer.

–¿Te hablaron de Talleres?
–Dirigentes no. Pero he hablado unos meses atrás con el Laucha Arzubialde (Alberto, hermano y ayudante del DT, Héctor). Él me preguntó si estaba bien, cómo me sentía, si estaba bien físicamente. Pero la verdad, estoy bien. Ellos me conocen de Gimnasia de Jujuy. Julio Ferreyra (médico) me conoce bien, es cuestión de si se diera la chance de regresar de ponerme a disposición de ellos y que vean cómo estoy.

–¿Cómo es tu situación contractual?
–Yo tengo el pase en mi poder y vengo de jugar en el Macará de Ecuador. Jugué con Jeremías Caggiano, Germán Castillo y José María Paz. Ahora me vuelvo a Rosario y espero algunas propuestas que tengo (ver “Un ofrecimiento...”). Jugué acá en un fútbol complicado, a 3.200 metros de altura. Estoy bien físicamente y no me importa bajar de categoría. Es Talleres. Quiero volver a la Argentina, cambiar este presente del club y porqué no terminar mi carrera en Córdoba. Mi hijo es de Talleres, mi nena nació en Córdoba. Mis amigos son Víctor López y Maximiliano Salas.

–Por lo que decís tuviste actividad regular en el fútbol porque no se sabía mucho de tu paradero...
–Jugué acá en Ecuador, en otros países. Pero estoy muy bien, me siento bárbaro. Hace varios meses que estoy acá. Pero ya no me quiero quedar y quiero volverme. Fueron varios años deambulando. Yo estoy impecable y terminé de jugar hace una semana. No estoy ni roto, ni con una lesión de nada.

–¿Te sentís en deuda con el club o es una frase hecha?
–Me fui de Talleres por diversas circunstancias, pero por ahí es un sentimiento raro eso de sentirse en deuda porque la campaña que hicimos fue descomunal. Más allá de que se hablaron muchas cosas en el medio. Pero a la larga uno carga con esa frustración.

–¿Y resignás un contrato de primera si lo tuvieras?
–Te reitero, yo no tengo problemas de ningún tipo de volver y de jugar en el Argentino A. Es el regalo que quiero para Navidad, pasar unas fiestas tranquilo.

–Pero si volvieras sabés que la presión será importante...
–Me encanta. Y no hay otra, en Talleres a esta altura. Si vuelvo vuelvo, vuelvo para ascender, si no, es un fracaso.

“En aquel torneo se tejieron cosas que yo nunca las viví”.La temporada de Talleres era durísima. Había que remontar dos anteriores de muy poca factura. Juan José López era el entrenador. En ese equipo brillaron los delanteros Aldo Osorio y Víctor Píriz Alves. También lo hizo Mauricio Serna, uno de los jugadores más regulares de esa campaña. La T contagiaba con su juego y con una inquebrantable racha de local: 30 puntos en casa. Pero todo se diluyó cuando por un punto se fue a la promoción, a jugarla con Argentinos Juniors. Y todo se cayó a pedazos, con dos 2-1 de local y visitante en favor del Bicho. En aquel partido en el Chateau, De Bruno había marcado el descuento de penal. “Al hincha de Talleres es a quien le tengo que dar las explicaciones cuando descendimos.

Y si alguien me quiere preguntar qué pasó aquella vez se los digo. Después se tejieron un montón de cosas que algunos fueron para atrás, una cosa de locos que yo nunca las viví”, recordó De Bruno. “Cuando me tocó llegar estábamos a 17 puntos de Chacarita y a 15 de Nueva Chicago y estuvimos a un punto al final. Si me pongo a pensar estoy en deuda con Talleres, con su gente, es verdad. Hicimos un campañón que lamenté mucho tiempo después”, concluyó el volante.

Un ofrecimiento en el Argentino. Alrededor de la T giran las noticias y para esta temporada, el torneo tiene ciertas particularidades. Entre las más peculiares, el ex gerenciador Carlos Ahumada (que ahora reclama 24 millones de pesos a la Justicia por lo invertido en su gestión) y su par José Daniel Valencia (una de las glorias del club) se transformaron en rivales del club ya que compiten contra Talleres como responsables del fútbol de Juventud Unida de San Luis. Aunque no quiso confirmarlo directamente, Luciano De Bruno es uno de los jugadores pretendidos por el club puntano. “No me llegó un ofrecimiento formal, pero una persona, semanas atrás, se presentó en uno de los partidos en Ecuador (supuesto conocido de Ahumada) y me dijo que había ido a verme jugar porque me querían de San Luis”, contó De Bruno. Pero el jugador admitió que desestimaría tal ofrecimiento. “Si no fuera Talleres tengo dos propuestas concretas para jugar en Chile en Santiago Moorning y una más de Ecuador para hacerlo en Cuenca. Mi intención es la de quedarme en Argentina para ya instalarme definitivamente”, finalizó.