El enlace de Talleres será intervenido quirúrgicamente hoy del hombro derecho, y tendrá para cuatro meses de inactividad.

El volante Ramiro Pereyra se someterá hoy a la operación en el hombro derecho (producto de una caída en Río Cuarto, ante Estudiantes, en el Pentagonal final), que lo marginará de las canchas entre tres y cuatro meses. Por tal motivo, Talleres recién podría contar con su presencia para la 6ª o 7ª fecha, con suerte. De todos modos, el enlace santiagueño no se desmoraliza y acepta los obstáculos que le ofrece el destino. “Lo tengo que asimilar. Lo tomo como un sinsabor, en una jugada desgraciada, me llevé la peor parte. Confío en recuperarme y estar cuanto antes corriendo a la par de mis compañeros”, contó Pereyra a LA MAÑANA.

Cuando se le consultó por si la lesión le llegó en su mejor momento, respondió: “Creo que me sentía a pleno, con toda la confianza, porque había logrado regularidad de titular, y a eso lo lamento. Y lo sufrí más por la eliminación del equipo, el hecho de vivirlo fuera de la cancha me puso muy ansioso. Sentía impotencia, porque me moría de ganas de estar peleando con mis compañeros. Le tengo que meter para adelante, no bajar los brazos, porque espero estar cuanto antes de nuevo en la cancha”, contó Pereyra, quien además destacó como positiva la posibilidad de que continúe el DT Andrés Rebottaro: “’Tito’ me dio la confianza para consolidarme, el apoyo necesario, pero más allá de eso, su cuerpo técnico trabaja muy bien”.

Para cerrar, el santiagueño agradeció a la gente. “Siento que me bancaron siempre. Tengo una espina clavada con la lesión y la eliminación. Eso me genera mayor compromiso. Yo quiero estar en la cancha cuanto antes, y dar mi aporte para devolver a Talleres a la B Nacional. Soy consciente de que no tengo que apurarme ni exigirme, todo se va a dar en el momento justo. Este es un desafío por sortear que tengo en el camino, y creo que lo voy a superar”.

Ferreyra, cauto. El médico del plantel Julio Ferreyra destacó que tras la intervención quirúrgica, Pereyra deberá estar inactivo por cuatro meses o más. “En este tiempo al jugador se le desinflamó la zona y se hicieron ejercicios para fortalecer los músculos, porque la inactividad los deja más blandos. Si hacemos cálculos estimativos, en tres meses volverá a correr, y para evitar que haya roces y riesgos con el contacto, sería prudente que esté un mes fortaleciendo la zona operada. Igual, vamos a hacer todo para que se recupere lo más rápido posible”, destacó Ferreyra.

“Tengo una espina clavada con la lesión y la eliminación y eso me genera un mayor compromiso”. Ramiro Pereyra