Solferino aplacó la tormenta. Talleres perdía 0-1 con Libertad, pero lo dio vuelta con goles de Solfe y de Aranda, de penal. 2-1 y fiesta.

La gota pega en la nariz del negro que está sentado justo debajo del Autotrol. Baja lenta y besa un labio que acaba de insultar. Tiene sabor amargo. Ya no llueve en el Chateau, pero parece que sí. Se hace cada vez más de noche. Y hay tormenta. Él está ahí. Convencido que tiene una luz especial. Que es capaz de hacer salir el sol. De brillar. Entonces, le abren la puerta y sale. Y cambia esas gotas, que ahora son dulces.Miel en la boca del hincha, que grita su nombre. Que dice Solferino, Solferino. Fue Damián el que hizo salir el sol anoche para Talleres. En el peor de los escenarios. Y gracias a su gol, el del 1-1 ante Libertad, la T logró cambiar los rayos por un arco iris. Por un triunfo para el delirio. Para transpirar en la tribuna. Fue 2-1. Así sí vale la pena ganar.

Mal pronóstico. Ni había arrancado el partido y ya Giordano había pasado un susto feo. Al minuto, un centro de esos traicioneros encontró a Cudes paradito en el medio del área. Pero el volante de Libertad definió mal.

Talleres era apenas un cabezazo de Sacripanti que salió cerca, a los 6, y las buenas intenciones de los volantes laterales para pasar al ataque. De uno de esos centros, a los 11, lo tuvo Ramiro Pereyra. Al enganche le quedó la bocha livianita, y de volea, la tiró por arriba del travesaño.

Todavía había algún hincha agarrándose la cabeza cuando, a los 13, Libertad los obligó a putear al cielo (y no por el clima). Fue Víctor Cejas el culpable. El mediocampista de la visita pateó horrible su tiro libre, pero el rebote lo buscó otra vez a él y ahora fue todo belleza. Entonces, los pies de Giordano quedaron clavados en el césped mojado y la pelota vivoreó hasta el ángulo. Fue el 1-0. Y fue un chaparrón de dudas para la T, que abrió el paraguas recién cerca de los 42, con la más clarita. Fue una doble atajada del 1 de Sunchales, ante el Bati Aranda y, en el rebote, frente a Sacripanti. Así, todos (jugadores, Rebottaro e hinchas) se fueron al entretiempo preguntándose cómo era posible tanta (mala) fortuna.

Se esperaba otro Talleres para el complemento. Y algo de eso hubo, con el positivo aporte de Martinelli por izquierda y las ganas del resto. Y entre ese puñado de individualidades estaba Solferino, que entró calladito y, a los 25, clavó el 1-1 en la primera bola que le quedó. Fuerte y abajo. Fiel a su estilo goleador.

Fue el impulso necesario para desatar la furia. Fue la T a lo T y, un minutos después, encontró un penal. Aranda, con un remate que entró en cámara lenta y con sufrimiento, hizo temblar el Chateau. 2-1.

La Figura. Damián Solferino.Fundamental su actuación. Ingresó a los 11 del segundo tiempo y le cambió la cara al ataque de Talleres. La gente lo ovacionó. Y más cuando hizo el gol del empate, a pura guapeada. En el mismo orden de méritos quedó Mateo Martinello, el nuevo. Sí, el que vino para reemplazar al lesionado Ignacio Anívole estuvo involucrado en la jugada del penal que convirtió el Bati Aranda para poner el 2-1 definitivo.

Martinelli, llegó, debutó y gustó. “Apenas me llamaron para ver si quería ir a Talleres dije que sí. Ni lo dudé. Es un club grande y es una oportunidad increíble para mí”. La frase pertenece a Mateo Martinelli y la dijo apenas pisó suelo cordobés. No fue hace mucho. Hace apenas unos días, a principio de semana, cuando se definió que el volante zurdo sería el reemplazante del lesionado Ignacio Anívole en el plantel de Talleres.

Y tan veloz como la llegada del ex jugador de Independiente Rivadavia de Mendoza fue su inclusión en el equipo de Rebottaro. Ya en las primeras prácticas de Mateo, Tito entendió que podía ser un jugador importante y que lo podía usar ya este mismo fin de semana. El buen estado físico de Martinelli invitaba. Y así fue.

Anoche, el mediocampista por izquierda hizo su debut oficial en la T. Ingresó en el inicio mismo del segundo tiempo, dejando una grata impresión desde el momento mismo en que pisó el césped. Se lo vio vertical y punzante sobre la franja izquierda. Su estreno debe ser, al menos, una señal positiva para Rebottaro.