Rebottaro probó con un 3-4-1-2. Pereyra sería el enganche ante Libertad. El plantel se reunió con el órgano fiduciario antes del entrenamiento de ayer para hablar de problemas organizativos.

La derrota en Santiago del Estero hizo pensar a Andrés Rebottaro. El técnico de Talleres quiere cambios y por eso meterá mano en su equipo no sólo en nombres sino también en el esquema. Ayer, en la práctica en la Boutique, el entrenador ordenó unos minutos de fútbol formal y el esquema elegido para el equipo titular fue un 3-4-1-2. En el 0-2 en contra ante Central Córdoba, la T salió con un 4-3-1-2.

Las novedades entre los nombres utilizados para el ensayo fueron el ingreso de Ramiro Pereyra como enganche reemplazando a Agustín Díaz y el traslado de Edgardo Galíndez de la defensa al carril izquierdo del medio campo.

Ayer, los 11 que ensayaron para el lado de los titulares fueron Matías Giordano; Guillermo Cossaro, Federico Lussenhoff y Ricardo Marín; Juan Galarraga, Miguel Monay, Sebastián Navarro y Galíndez; Pereyra; Luciano Sacripanti y Adrián Aranda. El que podrá estar en el banco de suplentes ante los sunchalenses es Mateo Martinelli, el flamante refuerzo albiazul. El equipo y los concentrados recién se conocerán mañana.

Antes, reunión. Antes del comienzo del entrenamiento de ayer, hubo una reunión pedida por los jugadores con Daniel Ruffener y Gustavo Eluani, los integrantes del órgano fiduciario. A ellos se sumó Fernando Albareda, el asesor deportivo. ¿El motivo? Tratar algunos temas vinculados con el aspecto organizativo de los viajes del plantel. Además, en el cónclave que duró 15 minutos aproximadamente, también se tocó el, según los jugadores, bajo nivel del arbitraje como el de David Bressler, que dirigió ante los santiagueños y le cobró dos penales en contra a la T.