Carlos Ahumada habló de su continuidad en la T. También de la oposición. “Salmerón no fue negocio”, se defendió.

Suena y suena su celular. Va por la peatonal y los hinchas le piden fotos. Hay una cola interminable de gente asociándose a Talleres. Carlos Ahumada, dueño de amores y odios, es el señor que está parado sobre la mayor desgracia deportiva (en la cual le caben responsabilidades, claro). Es la realidad de un club anormal. De noticias constantes y de polémicas. La última: el caso de Salmerón, que no viene a la T. De este y de otros temas, el empresario le contestó a Día a Día: “Si no va a estar convencido (Salmerón) de jugar en Talleres tengo que aceptarlo. Y ojo, no está tan cerrado lo de Banfield. Quiero que pongan la plata, nada de cuotas ni de cheques”.

–Sería lógico pensar que usted está haciendo un negocio y cede a Salmerón a Banfield, especulando con la reciente resolución judicial que puede dejarlo sin concesión.
–Quienes dicen eso es de mala leche, lo dicen porque son unos hijos de puta que no quieren a Talleres y que siempre están tirando bombas para desestabilizar la administración y la continuidad nuestra. Nosotros estamos dedicados en cuerpo y alma, y con billetera también, a tratar de devolverle a Talleres lo que nunca debió haber perdido que fue su gloria y representatividad en el fútbol argentino. Esos que dicen que hoy están interesados en Talleres, cuando lo tuvo Granero y otra gente nunca se preocuparon por él. No se presentaron al pliego de licitación del gerenciamiento. Lo único que les digo es “hechos no palabras”. Estamos trabajando todos los días de manera dedicada y poniendo el dinero para sacar esto adelante. Es una tarea difícil, lo sabíamos y no nos damos por vencidos. Hay que esperar lo que decida la Justicia. Que la Cámara (Tercera en lo Civil y Comercial) haga su trabajo. Soy muy respetuoso de las instituciones, confío en el Poder Judicial y cuando resuelva la Cámara actuaremos.

–¿Usted tiene pensada ya su estrategia si el fallo de la Cámara lo deja sin concesión en Talleres?
–Yo solo tengo un recurso de Dios y de creer en la Justicia. Cuando suceda lo del fallo te puedo comentar qué haré. Por hoy, el último fallo que salió de su parte (medida de no innovar sobre el Juez Tale que frenó el remate del predio y el corte a Ateliers) me demostró una imparcialidad que hoy estamos viviendo. No puedo especular entonces.

–¿No siente que peligra su continuidad al frente de Talleres?
–No. Yo vivo intensamente a Talleres, lo vivo trabajando, no especulando y poniendo dinero. No tiro bombas de desestabilización.

–¿Pero admite que hay situaciones que lo dejan mal parado como la fallida conferencia de Salmerón o el anuncio de que Lucas Godoy seguiría en el club?
–El caso de Lucas Godoy fue una avivada de algunos. Por eso dejamos de lado a algunos empleados que no le hacían bien al club. Seguimos con nuestra investigación e iremos hasta las últimas consecuencias.

–¿Y Salmerón? Usted dijo que iba a jugar el Argentino A en Talleres, ¿no queda mal parado?
–No, no quedo mal parado. Quedo como un boludo. Puse un montón de plata para que sea de Talleres y ahora resulta que el nene se va jugar a otro equipo. ¿Qué quieres que haga, que lo encadene a la cancha y que juegue? Él no quiso jugar en el Argentino y se va a Banfield. Ahora te digo, si Banfield no pone la plata que tiene que poner, nosotros a Salmerón lo inscribimos por las dudas.

–Fue raro cuando apareció Salmerón en Córdoba y usted lo presentó. Hasta hubo un atentado en la vivienda de la familia...
–Yo no digo nada, no me consta nada de eso. Salmerón me dijo que se sentía intranquilo si volvía a Talleres. Que en su casa pasaban cosas, que había presiones a su familia. Yo nunca me enteré hasta que él me lo comentó. Son cosas que van a pasar siempre, es una persona pública y más en la situación que está hoy Talleres.

–¿Qué piensa del frente opositor a su gestión que se conformó? Es gente que quiere al club.
–No sé quiénes son estas personas, si azul y blanco, negro y blanco o qué. Lo primero que deberían hacer es tocar la puerta y decir que quieren ayudar a Talleres. Yo últimamente me he reunido con socios autoconvocados, más de una vez. Lo que me llama la atención es que los integrantes de esta fundación, por ejemplo cuando Granero debía hasta su camisa y en Córdoba todo el mundo se le andaba escondiendo, no había integrante de ninguna fundación. Entonces ¿por qué no aparecieron? Hoy Talleres no está en la categoría que se lo merece pero institucionalmente está bastante más fuerte que hace dos años. Tenemos estadio, una pensión, un predio funcionando, ropa, tenemos todo, no le debemos nada a nadie. Ahora de golpe a ellos les interesa esta manzanita madura lista para comer. ¿Por qué antes no? No sé quiénes son estos señores. Ya desde el vamos, como se agruparon, dejan mucho que desear.

–Usted dice que puso mucha plata, si el juez le saca el gerenciamiento, ¿qué pasa con toda esa plata que gastó?
–Hoy por hoy no está claro como puedo llegar a recuperar esa plata. Sólo te digo una cosa: no todo en la vida es dinero. No todas las retribuciones de la vida son dinero. No estoy buscando hoy que Talleres me devuelva el dinero. Espero sí que al largo plazo se pueda recuperar el dinero. Porque es importante y es mucho. Creo en Dios y en la justicia divina. Creo que tarde o temprano podré recuperar parte de ello. Creo que las satisfacciones que me va dar Talleres, como volver a primera división eso no tiene precio.

–Se puede pensar que si a usted le sacan el gerenciamiento se va a llevar hasta el último tornillo que puso, que arrasará con todo...
–Bueno, con ese criterio también pueden decir que Ahumada es un boludo porque pone 350 mil dólares para quedarse con Salmerón y ahora resulta que se va a Banfield, que no es ningún negocio. Lo único que tengo en claro que acá el único que está poniendo dinero soy yo. El club es mucho menos deficitario que antes por la gran inversión que hemos hecho. Antes por ejemplo se pagaba por una pensión en condiciones infrahumanas 50 mil pesos entre comida y renta al mes. Hoy es mucho menos, porque hay comodidades y eso genera menos gastos. Las cancha también, entonces a esas cosas ¿cómo me las llevo?