En Ateliers están calientes con los jugadores y quieren cortar a varios.

“Se viene el recorte por la crisis”. No, no es el gastado discurso de un gerente cualquiera ante la situación económica financiera global. “Se viene el recorte por la crisis”, es un discurso para Talleres. Y la crisis no es económica, es deportiva. Y el recorte es de jugadores. Y está todo mal. Hay evidencias de que en el Matador el clima está tan caliente que quemará a varios.

Se activó la bomba. Ratificado como entrenador del equipo hasta el final de la temporada de la B Nacional, trascendió que Raúl Peralta habría acordado con Carlos Ahumada, el hombre fuerte de Ateliers, una renovación en el equipo para afrontar los 13 partidos (y/o finales) que le quedan al campeonato.

Por si queda algún despistado en Córdoba que no sepa cómo está Talleres, le contamos que la T está en zona de descenso directo. Y que, luego de la caída del lunes ante Almagro, está siete puntos por debajo del Tricolor y ocho por detrás de Platense, los rivales más cercanos en la tabla de los promedios. Lo malo es que el Matador ya jugó con ambos y no les pudo ganar (con Platense fue 0-0).

El 1-2 ante Almagro, el lunes por la noche, activó una bomba que está por explotar en horas. Según la versión que surgió en la gerenciadora, Ahumada le hizo la cruz a varios jugadores y el DT Peralta, ahora sin la chapa de interino, tendrá máxima autoridad para hacer y deshacer en el armado del equipo. Algo que no hizo la semana pasada, cuando a lo bombero buscó consensuar con los referentes del plantel un 11 titular. En definitiva, Peralta paró la misma alineación que venía de caer 1-2 ante San Martín de San Juan, en la que había sido la última vez de Amador Sánchez como DT.

“Nadie me habló de depuración de plantel ni nada parecido. Y si alguien toma esa decisión, sería desafortunada”, manifestó Peralta apenas arribado a Córdoba.

Pese a las declaraciones diplomáticas del también coordinador de las divisiones inferiores del club de barrio Jardín, ya corren versiones que siempre dieron vuelta, pero que quedaron tapadas por los buenos resultados del primer semestre de la campaña.

¿Qué se dice por lo bajo? Que hay algunos jugadores que “están de joda”. Que otros no tienen “el compromiso necesario”. Que “no sienten la camiseta”. Que Humbertito Grondona “los manejaba bien” porque “era igual” que ellos en esa “actitud light”.

Claro que los futbolistas se fastidiarán con la prensa cuando hoy se topen con este informe, acusando a los medios de “inventar cosas”. No es así, por supuesto. La mala onda de Ateliers con los jugadores viene desde principio de año.

Hay pruebas. Carlos Sforzini, vicepresidente de la SA, le dijo a La Voz del Interior que Talleres era “un equipo sin alma”. Ayer mismo, Daniel Valencia, el asesor deportivo de la empresa, afirmó que si hay jugadores que no están enfocados como deben estar, serán encausados. “El que no lo entienda así, se lo haremos entender. Y si no, se irá del club. Le pagaremos todo y se irá”.

Ese planteo será formal hoy. Ahumada y sus asesores se pararán ante el plantel y reclamarán “actitud”. De seguro que los jugadores sentirán ingratitud y se espera que no sólo haya cabezas gachas y silencio.

Para poner a flote el barco que se hunde, y siguiendo con esa idea de que los jugadores están despistados, Peralta ya tiene en mente concentraciones con más días de prolongación y sesiones de entrenamientos más largas que en los tiempos de Grondonita y Sánchez. Todo un mensaje de que ya nada será a media máquina.

Hay más: Ahumada dejará la comodidad de Buenos Aires y se radicará en Córdoba por los próximos meses para seguir de cerca un proceso en el que él se juega su futuro como empresario en el deporte.

Mientras tanto deberá ponerse de acuerdo con Peralta para llevar a cabo su deseo de cortar a varios jugadores...