El pasivo, lo que más preocupa
| Miembros del fideicomiso en una reunión en la Boutique. | 
Más allá de su tirantez con Ateliers, el fideicomiso admite su inquietud por la falta de recursos genuinos.
La reciente intimación judicial a Ateliers por incumplimiento económico  –la tercera desde que Talleres está gerenciado y la primera para la  gestión de Carlos Ahumada– volvió a sembrar dudas sobre la viabilidad  del modelo creado por la Ley 25.284, de Salvataje de Entidades  Deportivas, para el caso del club albiazul.  
Es que el reclamo de una deuda de 414.198,44 pesos –por el  canon semestral, el levantamiento de las inhibiciones opuestas por el  gremio de futbolistas, y deudas con AFA– no sólo puso en jaque la  continuidad de la concesión, sino que también alteró el plan de pago de  la deuda falencial, cuya cancelación es el objetivo excluyente de la  administración judicial. 
Esta vez, la sangre no llegó al río, ya que el martes pasado  Ateliers depositó los montos adeudados. No obstante, Ahumada volvió a  tirar de la cuerda al pedir la inmovilización de esos activos "hasta  tanto el fideicomiso disponga la oportuna rendición de cuentas" de los  importes que recibió de Lotería de Córdoba y de Banco de Córdoba como  patrocinantes. 
La persistencia del incumplimiento hubiera obligado al juez  Carlos Tale y a sus colaboradores –el triunvirato que integran el  abogado Walter Ruffener, el contador Gustavo Eluani y el idóneo  deportivo Mario Sarrá– a evaluar el final anticipado del ciclo Ateliers  (con explotación deportiva y comercial otorgada, en principio, hasta  diciembre próximo) y abrir el abanico de posibles soluciones, que hoy  tiene como principal alternativa la vuelta a la administración  fiduciaria directa. 
La convivencia entre las partes no es la mejor, y el futuro de  la relación se torna incierto. Sin ir más lejos, hace 15 días la  Justicia negó a Ateliers, en primera instancia, la prórroga contractual  de tres años que contempla el pliego de bases y condiciones de la  concesión. 
 Los números no cierran.  "El tema de los  incumplimientos nos inquieta", admitió el abogado Ruffener. "De todos  modos, hoy la mayor de la preocupación de nuestra gestión es el pasivo  falencial", agregó el experto en leyes del fideicomiso, poniendo sobre  el tapete las dificultades que el Juzgado de 13ª Nominación Civil y  Comercial tiene para afrontar la deuda que quedó tras la quiebra  decretada el 28 de diciembre de 2004. 
"El problema es que el club no genera recursos genuinos",  precisó Ruffener, quien admitió que el segundo proyecto de distribución  (de casi 1,2 millón de pesos) quedó en suspenso por el desvío de fondos  para subsidiar en forma transitoria el pago que Ateliers debía realizar  a Futbolistas Argentinos Agremiados antes del inicio de la temporada  2008/2009. 
"El problema no es el modelo, ya que en el caso de Belgrano  funciona muy bien. Hay que tener en cuenta que ellos, que quebraron en  2001, recién se pusieron al día con los acreedores hace un año y medio,  cuando vendieron a Mario Bolatti al Porto de Portugal; y que Talleres  recién lleva dos años y medio de gerenciamiento definitivo",  puntualizó. 
La última verificación determinó que el pasivo falencial de  Talleres, aún pendiente de revisiones, asciende a 31 millones de pesos.  "De ese total, hay 2,5 millones que se repiten, porque 31 acreedores  objetan la calidad de sus créditos. Después, hay 2,5 millones que  pertenecen a deudores con privilegio, y del resto hay que pagar el 60  por ciento, según establece la ley, por lo que la deuda quedaría en  20,5 millones", detalló Ruffener. Hasta ahora, la quiebra sólo efectuó  un pago de 800 mil pesos por acreencias. 
Por ahora no se vislumbra una salida clara para la necesidad  de cancelar el pasivo antes de 2014. La venta de futbolistas por cifras  significativas parece una opción lejana, y esta realidad aumenta las  especulaciones sobre una nueva licitación, ya que esto le permitiría a  la Justicia modificar los valores de los cánones y las condiciones de  explotación del club.