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El nuevo DT.

Marcos Russo /
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Para Rubén Insúa, todos arrancan de cero.

A mediados de 1998, en Boca Juniors, durante la transición de los ciclos de Héctor Veira y Carlos Bianchi, “el Bambino” puso a disposición del “Virrey” sus conocimientos sobre el famoso plantel que perdió el campeonato a manos de River y que dio origen a la famosa frase “la base está”. La respuesta del “Virrey de Liniers” fue un agradecimiento, pero rechazada de manera elegante, ya que prefería sacar sus propias conclusiones.

Volver a empezar. Casi 10 años después, pero en Córdoba, en Talleres, la historia parece repetirse en cuanto a su mecánica. “No me voy a fijar quiénes venían jugando; para mí, todos empiezan de cero”, explicó “el Gallego”. El tiempo dirá qué pasa con los resultados...

En el numeroso plantel albiazul, el cambio de timonel después de 11 fechas es una inyección anímica para la mayoría.

Pese a que Salvador Capitano, que renunció el pasado sábado tras la goleada ante Brown, había utilizado muchos sistemas de juego y había realizado diversos cambios fecha tras fecha; la realidad marcaba que por lo general utilizaba una base de entre 13 y 15 jugadores.

Entonces, teniendo en cuenta que para este torneo llegaron 25 refuerzos; que permanecieron un par de juveniles como Matías Quiroga, Julio Buffarini y Ramiro Pereyra; que regresó Ezequiel Barrionuevo; y que además surgieron nuevos juveniles como Pablo Rolón o Miguel “Cachumba” Coronel; el espectro de jugadores que practicaba duro como aquellos 14 pero que los fines de semana no tenía competencia está conformado por otros 15 ó 20 jugadores.

Desde esta tarde, en el campo auxiliar del Estadio Córdoba, los 30 y pico futbolistas que comenzarán a trotar, deberán demostrarle a Insúa y a su cuerpo técnico que están capacitados para responder a sus exigencias y formar parte de un equipo que intentará el desafío de volver a Primera División.