Opinion


Por Pedro Marchetta.
Ex entrenador de Talleres e Instituto.

Por mi experiencia en el fútbol, eso de andar escondiendo equipos y practicar a puertas cerradas en las previas de los clásicos, no tiene sentido ¿Qué puede variar si Roberto Saporiti o Fernando Quiroz dan las formaciones hoy o el sábado, 20 minutos antes del partido? ¿Qué ventaja pueden otorgar?
Es cierto que, días antes de un clásico, los técnicos se ponen más nerviosos. Pero los hinchas, la gente y los periodistas que cubren la información, merecen respeto y disponer de esos datos un par de días antes del partido. En 25 años de entrenador, inclusive cuando fui ayudante de Alfio Basile, nunca dispuse un entrenamiento vedado al público y a la prensa.
Ni siquiera por la presencia de los barras. A ellos es mejor tenerlos dentro de la cancha y viendo la prácticas. No son más de cuatro o cinco, todos los conocen y, por lo general, no entienden nada de fútbol. Por el contrario, cuando no se los deja entrar, pueden causar algún problema.
Yo lo conozco mucho a "Sapo" y a "Teté" lo tuve como jugador. Y creo que deberían preocuparse más por el presente futbolístico de sus equipos, que por estas cuestiones, que son menores.
Los dos equipos llegan con problemas, pero Talleres está un poco mejor perfilado. Tiene más juego por Gonzalo Bustamante, quien será un jugador de excepción si logra tener más tranquilidad.
Y a Instituto le está faltando juego. Moreno está un poco verde, Tosi no está rindiendo como lo hizo en San Martín de San Juan y Fioretto, muy importante por su manejo y pegada, no estará. Pronosticar en un clásico es muy difícil, pero un 0 a 0 sería un resultado adecuado para la realidad de uno y otro.