Dos
Fueron las chances claras de gol que generó Nueva Chicago en todo el encuentro. Ambas fueron en el primer tiempo y tuvieron como protagonista a César Carranza. Una terminó adentro; la otra, pegó en un palo y sólo generó un susto mayúsculo.

Seis
Fueron las oportunidades de gol de que dispuso Talleres. Sin jugar bien, llegó una vez en el primer tiempo y cinco en el complemento, pero careció de precisión en la definición y de sustento en el armado de las jugadas. Chicago lució firme atrás.

Ni de arriba
Talleres tuvo ocho tiros de esquina, contra dos de Chicago. Además, dispuso de algunos tiros libres cerca del área. Sin embargo, le costó muchísimo ganar de arriba. De hecho, la única chance nítida por esa vía fue en un centro que cabeceó Oyola.