Se quedó para esperar su oportunidad, pese a que hoy Komar y Gandolfi están firmes en la zaga central.

El zaguero central Wilfredo Olivera es como Ivo Chaves, Victorio Ramis y Aldo Araujo, más los recientemente negociados Rodrigo Burgos (a Olimpia de Paraguay) y Eial Strahman (Olimpo), uno de los jugadores “sobrevivientes” de los dos ascensos consecutivos de Talleres, a la B Nacional y a Primera División.

Si el Kempes no está listo a tiempo, cuándo arranca Talleres Como a ellos, a “Willy” le está tocando pasar una situación incómoda en el plantel que dirige Frank Kudelka: como emblemas de aquellas proezas, tienen que remarla desde atrás. El defensor sufrió en mayo una lesión de rodilla que lo tuvo un semestre sin jugar y, después de realizar bien la pretemporada, quedó relegado detrás de una zaga consolidada que conforman Juan Cruz Komar y Javier Gandolfi.

Pero el central rafaelino, de 29 años, en una situación similar a la de Carlos Quintana, quien también se lesionó y no recuperó la titularidad, sabe que con Kudelka “juega el que mejor está”, como le gusta reiterar al entrenador.

Así prefirió quedarse a pelear un lugar, desechó una oferta de Instituto y no pierde la esperanza de que en cualquier momento le llegue su oportunidad.

–¿Se te hace difícil sobrellevar esta situación, teniendo en cuenta el buen nivel en que están Komar y Gandolfi?
–Me quedé creyendo en mí y que podía jugar, si no hubiese optado por alguna de las ofertas que tuve. Obviamente se me hace difícil estar afuera, porque uno ha jugado mucho en este equipo. Pero son situaciones difíciles que te pone la vida y el fútbol por delante y que hay que saber superar. Estoy dispuesto a esperar y aportar mi granito de experiencia.

–¿La pretemporada sirvió en lo físico?
–Sí, me vino bien por el tiempo de inactividad que tuve por la lesión y para agarrar ritmo de primera, pero se está haciendo muy larga. Cuando uno arranca una pretemporada espera que sean 15 o 20 días nada más, pero ya son dos meses esperando. Es mucho.

–Para colmo, a un central siempre se le hace más difícil jugar.
–Y sí. Obviamente que es muy difícil que entre un central si no es por una lesión o una expulsión. Es toda una situación, pero voy a esperar mi oportunidad.

–¿Y el equipo cómo está?
–Estamos bien, esperando el regreso del campeonato. Ojalá podamos hacerlo a tiempo, pero por esta cuestión de los arreglos en la cancha del Kempes no sabemos. No vemos la hora de que comience y, en lo personal, poder estar entre los convocados para el partido frente a Independiente. Y si no, para seguir peleándola.