Por primera vez, el clásico Racing-Talleres se juega en el Torneo Argentino A.

Son los dos clubes cordobeses que más lejos llegaron en torneos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Se mezclaron entre los grandes y ambos estuvieron en los umbrales de un título inédito para el fútbol de esta provincia. Por esas vueltas del destino son, también, los que más escalones retrocedieron. Cara y ceca.

Talleres y Racing, viejos abanderados del fútbol de la Docta, respectivos finalistas de los Nacionales de 1977 y 1980, protagonizarán hoy un clásico en el Argentino A, la tercera división del escalonamiento nacional. El choque marcará, de paso, el primer enfrentamiento entre sí en esta categoría del ascenso.

Rivales desde 1936, cuando se midieron por primera vez en la Liga Cordobesa, académicos y tallarines cuentan con un rico historial, tanto en Liga Cordobesa, como en los certámenes afistas.

Después de abandonar el ámbito local, Talleres y Racing se cruzaron por primera vez en el Nacional de 1982, cuando igualaron 1-1 en el Chateau (goles de Atilio Oyola para la Academia y de Miguel Oviedo para la “T”).

En AFA, el clásico tiene un marcado equilibrio al cabo de sus 24 enfrentamientos, en los que los tallarines sacaron una pequeña luz de ventaja: siete triunfos contra seis. En goles, la paridad es absoluta, con 29 tantos por bando.

Donde sí hubo una clara paternidad de los albiazules es en el marco de los viejos campeonatos de la Liga Cordobesa, donde la “T” obtuvo 64 victorias contra 29 de los albicelestes.

El primero, en paz. Después de militar durante más de una década en el ascenso local, Racing llegó al círculo superior de la Liga Cordobesa en 1936, donde debutó con un triunfo de 1-0 sobre Juniors (gol de Hugo Salvatelli, de penal) por el Campeonato Preparación.

Por la tercera fecha de ese torneo, el 26 de abril, Talleres y Racing se vieron por primera vez las caras. La Academia, “benjamín” de la categoría, sorprendió a su calificado rival y a punto estuvo de ganarle, ya que se imponía 2-1 hasta los 44 minutos del segundo tiempo, cuando Talleres igualó por intermedio de Miguel Ángel Ludueña.

Los inolvidables. Dejar pasar la oportunidad le costó caro a los de Nueva Italia, que tuvieron que esperar 11 años para festejar un triunfo ante los albiazules. Fue el 8 de junio de 1947, en la Boutique, en un día que hubo lluvia de goles: ganó Racing 6-5 gracias a que el Albiazul desperdició dos penales.

La revancha de Talleres vino también con una “catarata de goles” en el Oficial de 1950 (8-3) y en el Preparación de 1952 (8-1), además de frustrar a su rival en todas las definiciones “cara a cara” que sostuvieron (cuatro finales locales y la Reválida de la B Nacional del año pasado).

Racing, con menos festejos que los de barrio Jardín, también tiene tardes memorables para presumir. En 1976 se impuso 5-3 para cortarle a los albiazules una racha invicta de 66 partidos en campeonatos locales. Tres años más tarde, en 1979, consiguió su marcador más abultado (6-1), con un equipo que comenzaba a hacer historia de la manos de Roberto Gasparini, Luis Amuchástegui y Guillermo Aramayo, entre otros.

El Argentino A tiene desde hoy un nuevo clásico. La historia continúa.

En el Chateau

Talleres adelante. Jugaron 16 veces, con cinco victorias de Talleres, cuatro de Racing y siete empates. Los primeros dos partidos en el mundialista fueron por las finales del Oficial de la Liga Cordobesa, en 1979. Los de barrio Jardín se impusieron 2-0 en la ida (goles de Humberto Bravo y Ángel Bocanelli) y 4-1 en la revancha (cuatro goles de José Omar Reinaldi y uno de Luis Amuchástegui).