Será mañana.El ex gerenciador de Ferro ofrecería jugadores, como en 2007. Suena Salmerón.

“El martes (por mañana) me reuniré con Carlos Ahumada. Antes no puedo decirte nada”. Gustavo Mascardi, ex gerenciador de Ferro habría su celular ayer por la tarde para confirmar que tendrá una cumbre con el gerenciador de Talleres.

Fue lo único que dijo el polémico empresario, cuestionado hace tres años por un manejo poco claro de la concesión de Ferro (le disolvieron el contrato) y hoy involucrado en el escándalo de futbolistas con pasaportes falsos. Las preguntas sobre si será un nuevo socio o si solamente traerá jugadores como el año pasado quedarán “picando” hasta que se produzca el encuentro mencionado.

Igualmente, un integrante de Ateliers advirtió que lo más probable es que el aporte de Mascardi, hoy a cargo de la concesión del semillero de Arsenal, sea en materia de futbolistas. “Ahumada no quiere compartir el poder con nadie. Y menos tras la experiencia con Carlos Granero. Aparte, a Ahumada no le falta dinero”, sostuvo la fuente consultada.

Si es así como parece, el aporte de Mascardi sería similar al de la temporada. En ese momento, con la gestión Granero, el empresario envió a Ezequiel Miralles. Pero la condición fue que también llegaran Valentín Brasca (lo compró el empresario antes de que debutara en la “T”), Edgardo Galíndez y Dante Pérez.

En esta oportunidad, el técnico Humberto Grondona es quien actuó de nexo, a partir de la amistad que lo une con Alejandro Mascardi, hermano de Gustavo.

Salmerón, una chance. Luis Salmerón pertenece a la escudería del empresario. El delantero es cordobés, hizo las inferiores en el disuelto Deportivo Colón (escuela Presidente Roca y Avellaneda terminaron con la fusión) y se fue a Ferro a los 14 años. Luego, pasó a Tigre (ascendió) y el año pasado volvió al “verde”, donde terminó con 15 goles, a cuatro de Zárate, máximo artillero. “Soy hincha de Talleres. Me gustaría jugar allí ”, contó “el Pupi”.

La mayor dificultad es que Mascardi sólo es su representante. La ficha es de Ferro, que está manejado por una administración judicial que quiere venderlo y no prestarlo. Es la misma condición que le han impuesto a Ateliers en todas las gestiones realizadas para contratar refuerzos. Everton y Universidad Católica manifestaron interés y les pidieron 300 mil dólares por la mitad de la ficha.