Los diez mil hinchas de Talleres que estuvieron presentes en la Boutique y le dieron calor de final al partido, vivieron el juego con vaivenes que pasaron por la esperanza, el sufrimiento y la desesperación, hasta llegar a la algarabía total tras el gol de Julián Maidana. Mientras en la popular alentaban, en la plateas, con la radio al oído gritaron tímidamente a los 26' el gol de Defensa a Belgrano, en tanto que a los 45' con un poco más de emoción, lo hicieron con el de la CAI a Ben Hur. La esperanza pasó a la desesperación cuando al instante Iván Borghello estrelló un tiro en el palo.

El momento de mayor sufrimiento en barrio Jardín se vivió a los 27 minutos del complemento, ya que Belgrano se ponía 2-1 e Instituto, con gol de Mauro Bogado le ganaba 1-0 a Almagro. El estadio se enmudeció y llegó su punto cúlmine a los 36', en la previa al penal: hinchas rezando al igual que los futbolistas en el mediocampo. Y la explosión con posterior alegría se reflejó en el festejo de su ídolo cuando gritaba el 1-0 del triunfo y de la salvación del descenso directo.