Que el zaguero vuelva a la titularidad o no es motivo de otro capítulo en la interna de Humberto Grondona y Antonio Fauro, cada vez más enfrentados.

Sabido es que en Ateliers arden las disputas internas y que a esa hoguera se agregó el combustible de una pésima campaña, que puso al equipo de rodillas, al borde de la caída. En la triste y angustiosa realidad de Talleres, todo está al rojo vivo y después del partido del sábado, tan crucial, las consecuencias van a desencadenarse.

La situación de Julián Maidana, «borrado» del equipo sin que nadie oficialice por qué (fue por cuestiones económicas y también por ser afín a Carlos Granero), motivó la última disputa, y quizá la final, entre los sectores más enfrentados en la gerenciadora: el secretario técnico y el gerente deportivo. Para ponerles nombres propios, Humberto Grondona y Antonio Fauro, respectivamente. Grondonita quiere a Maidana en la cancha ante Tiro Federal el sábado, y «Pichi» Fauro no.

Un rumor corrió como reguero de pólvora y da cuenta que hasta llegaron a las manos por tal pelea (Grondona habría sacado un golpe de diferencia). En medio de sus problemas judiciales, acuciantes también, Carlos Ahumada está al tanto de lo ocurrido y sería inminente que uno de los dos deje el club.

En lo que respecta a Grondona, manifestó: «Antes que me vaya yo, se van a ir otros que están desde hace mucho tiempo en Talleres», en evidente alusión a Fauro. «Aunque descienda, y ojalá que esto no ocurra, me quedo a trabajar gratis», agregó Grondonita. Y para completar, reveló: «Hablé con Ahumada, me dijo que su idea sigue siendo salvar a Talleres y que yo me quedara tranquilo».

En cuanto a Fauro, hasta Angel Comizzo, el técnico que llegó con su anuencia, se habría distanciado de él. Y ahora el DT aparece entre dos fuegos, poner o no a Maidana, cuando antes empezó por excluir a Alexis Cabrera (¿porque se negó a ser transferido a un club de Ecuador?) y por «indultar» a Leandro Alvarez (¿por qué lo estaría viendo un equipo griego?). En ambos casos, el técnico habría obrado de acuerdo a directivas del gerente deportivo.

A propósito de «Pichi», su enfrentamiento con Grondona derivó en que ya no tiene las puertas de la AFA tan abiertas. De hecho, la última vez sólo pudo subir hasta el primer piso y no al tercero, donde se encuentra el despacho de don Julio. Y en Ateliers, su principal sosten sería Martín Vilallonga, un presidente que apenas cumple con un cargo figurativo.

El sábado, entonces, sería tiempo de definiciones y no sólo sobre el césped de la Boutique. A propósito, Talleres jugará en barrio Jardín, como querían Comizzo... y Grondona.

A puertas cerradas. Sin dar demasiados indicios sobre la formación para el sábado ante Tiro Federal, Angel Comizzo expresó: «Tengo muchos defensores», en relación a un posible regreso de Julián Maidana a la titularidad. De lo que dijo el DT, puede desprenderse que el zaguero no sería tenido en cuenta una vez más (no juega desde hace cuatro fechas, en la visita a Godoy Cruz), pero también que podría recurrir a Maidana en caso de que las otras alternativas no lo dejen satisfechos. Por lo pronto, la práctica de fútbol será hoy en la Boutique a puertas cerradas. Con Maidana todavía como un gran signo de interrogación, Gabriel Oyola casi descartado por la lesión sufrida ante la CAI y Federico Lussenhoff expulsado, es probable que regrese a la línea de tres Marcos Torsiglieri y acompañe a Leandro Alvarez y Edgardo Galíndez, quienes seguirían en el equipo pese a la fisura en dos dedos de la mano del primero y un dolor en el tobillo del segundo.

Como «doble cinco», el lugar dejado vancante por Lussenhoff, los candidatos serían Mauro Algecira, Juan Galarraga y Cristian Basualdo. Está para volver el colombiano Alexander Viveros, pero seguiría en el carril izquierdo Matías Quiroga y en la ofensiva habrá que ver si continúa el paraguayo Moreyra Aldana o retorna Iván Borghello para formar dupla con Héctor Cuevas.