La sequía de Iván Borghello y de Héctor Cuevas repercutió en la campaña de un Talleres que bajó a zona de peligro extremo. Sin embargo, los dos delanteros sostienen que el equipo está jugando bien y que se reencontrarán con la red.

Los delanteros de Talleres, Héctor Cuevas e Iván Borghello, no vienen cumpliendo en la red con la misma efectividad que en la primera parte del campeonato. Pese a que registran una cantidad de gritos por demás aceptable (13 de «Memo» y 11 del «Tanque»), la realidad indica que en los últimos partidos desperdiciaron varias oportunidades de gol, y Talleres lo sufre.

De hecho, en algunos sectores de la tribuna el descontento creció hacia ellos por la sequía de goles. De todos modos, la autocrítica y el deseo de superarse existe en los dos atacantes, y ante LA MAÑANA dejaron sus impresiones por la complicada situación.

«Todavía estoy masticando bronca, tratando de digerir lo que pasó. Cuesta asimilarlo, hay que ser fuertes y más allá de todo lo negativo, queremos aferrarnos a la buena producción futbolística que tuvimos. El dolor es porque jugamos los dos mejores partidos del campeonato en las últimas fechas y los perdimos sobre la hora», resaltó Borghello, con visible fastidio.

«Venimos haciendo grandes partidos, pero nos quedamos sin nada en los bolsillos. Algo estamos haciendo mal y hay que corregirlo. Nos jugamos todo por el todo. Por la circunstancia actual, no podemos volver a equivocarnos», destacó su turno Cuevas, también con preocupación.

-¿Hay que trabajar más que nada en la parte anímica?
I.B.-Sí, debemos ser fuertes. Talleres está jugando muy bien y la recuperación debe ser también a nivel mental. No tenemos que desviarnos de lo que venimos haciendo. Es verdad que fallamos en la parte final, no lo pudimos plasmar en la red, pero no me pongo el cassette si digo que la mejor forma para ganar es no descreer de lo que hicimos en los últimos partidos.
H.C.-Hay que trabajar mucho en esa faceta. El sábado fue un golpe durísimo, porque hicimos un gran partido y el resultado salió inverso. Eso da mucha bronca. No nos podemos recriminar nada porque estamos dejando la vida, y lo vamos a seguir haciendo.

-Ahora viene Unión, y los rivales que restan también juegan por algo...
I.B.-Lo sabemos perfectamente, pero nosotros tenemos que ganar, y si mantenemos el nivel lo vamos a conseguir. A Godoy Cruz y Rafaela los pasamos por arriba, sobre todo en el primer tiempo, y nos quedamos sin nada.
H.C.-Espero que se me vuelva a dar, como cuando a Unión le hice dos goles en la primera rueda. Ojalá se nos dé, tanto a Iván como a mí. Lo necesitamos con urgencia, aunque más allá de quien haga los goles, la victoria es lo más importante.

-A esta altura, ¿se prioriza el triunfo sobre el buen juego?
I.B.-Totalmente. Tengo la amargura y frustración porque nos quedamos con las manos vacías haciendo un buen papel, pero no tengo dudas que saldremos adelante.
H.C.-Sí, por la situación que estamos atravesando. Tengo mucha impotencia porque venimos jugando bien. Nosotros los delanteros somos los encargados de meterla, y eso desespera un poco. Pero prefiero ganar jugando mal, porque lo necesitamos sí o sí.

-¿Les molestan las críticas de la gente?
I.B.-Es de hombres asumir las responsabilidades. Yo erré el penal, me fui llorando de la cancha, y acá estoy de nuevo para intentar revertir la situación. Quiero hacer un gol urgente, pero mientras ganemos, que los haga cualquiera.
H.C.-Si hubiéramos ganado nadie se acordaría del gol que me perdí. De todos modos, yo puedo hacer tres goles pero si perdemos no se salva nadie. Una victoria tapa muchas cosas. Se nos viene el descenso encima y tenemos que responder ahora.

-¿Qué le falta a Talleres?
I.B.-Muchas cosas, pero sobre todo, un poco de suerte. Tuvimos muchas chances de gol, un penal, y Rafaela nos convirtió con la espalda en el último minuto. No ligamos, pero creo que tenemos material para recuperarnos.
H.C.-Un poco más de eficacia. Lo demás viene funcionando, por eso considero que el arco se nos va a abrir a los dos, y vamos a recuperar el nivel pronto.