Goles son amores. Talleres encontró la tranquilidad con los goles de Rimoldi y Cuevas, al cierre del primer tiempo y al inicio del segundo. Fue fatal para Quilmes, que siempre llegó más.

Suspenso. El gol de Olivares le puso suspenso al juego.

Las figuras
Valentín Brasca (7). Cuando Talleres necesitó del arquero, ahí estuvo. Antes del 1-0 se jugó ante Senger y, luego, con el 2-0 concretado, volvió a tener dos tapadas fundamentales.

Héctor Cuevas (7). Hizo un golazo y dio dos asistencias. Gravitó.

El árbitro
Jorge Baliño (regular). En un partido calentito, al juez le faltó autoridad sobre los futbolistas. Por su falta de severidad, debió soportar el asedio permanente de los referentes de cada equipo y en varias oportunidades se generaron algunos tumultos.

Cuestión técnica
Ángel Comizzo. Su plan de juego se cumplió a medias. Los goles de Rimoldi y Cuevas le dieron tranquilidad al equipo, cuando se hacía evidente la falta de juego y los nervios del fondo

José María Martínez. Su plan falló por la ineficacia de los delanteros.