Es el único integrante del plantel que formó parte del equipo que jugó el último partido oficial de Talleres en la Boutique, ante Olimpo en el 2003. El jueves tendrá a Quilmes enfrente.

El capitán albiazul Julián Maidana cuenta con una extensa trayectoria en el club de barrio Jardín, en la que vivió tanto las mieles del éxito como el infierno del descenso. Integró el plantel que disputó la Copa Libertadores y la Copa Mercosur, marcó el gol que le posibilitó a los albiazules obtener la Copa Conmebol, y fue figura en la temporada que lograron la mayor cantidad de puntos en Primera División, de la mano del DT Juan José López (2000-01). Por contrapartida, también estuvo en la formación que perdió la categoría en el 2004, al perder la Promoción ante Argentinos Juniors.

Asimismo, después de tantos años y casi seis campeonatos, en la Boutique, la casa de Talleres, solamente jugó tres minutos. Y fue precisamente en el último encuentro oficial del «Matador» en barrio Jardín, por la 2ª fecha del Apertura 2003 de Primera División, cuando la «T» batió a Olimpo de Bahía Blanca por 1 a 0. Maidana ingresó a los 42 minutos del segundo tiempo, reemplazando a Aldo Osorio.

Hoy es el único sobreviviente de ese equipo, y recordó la experiencia de haber disputado ese partido, comparando las mismas urgencias que tendrá por delante el jueves, cuando reciba a Quilmes, en la reinauguración del mismo escenario. «Jugué una sola vez en la Boutique. Recién llegaba del Livingstone de Escocia, y como no me encontraba del todo bien en la parte física, el «Pato» (Pastoriza) optó por dejarme en el banco. Fue una linda sensación y por suerte la vamos a volver a vivir el jueves», sostuvo Maidana.

-¿Qué recordás de aquel encuentro?
-Jugué muy poco pero había mucha euforia, porque al minuto (Luciano) De Bruno hizo el gol, después de un error de un defensor de Olimpo, y pudimos festejar. Se hace sentir mucho el aliento. El juego fue cerrado, con muchos pelotazos. Fue una fiesta y esperamos repetir ante Quilmes. Ese terminó siendo un gran equipo, y pese a que terminamos descendiendo, lo siguen recordando por la campaña.

-¿Cómo se vive la previa del regreso a la Boutique?
-Con mucho entusiasmo, porque el hincha quiere jugar ahí y nos contagia. Igual, nosotros tenemos que pensar en el partido, y regalarle una victoria como sea.

-Es la reinauguración, el regreso al barrio y a cancha llena, pero ustedes no van a disfrutarlo del todo por las urgencias...
-Absolutamente. Es muy lindo jugar en casa, con el apoyo de la gente, pero si no ganamos, no sirve de nada. No hay margen de error. Soy optimista, es tiempo de cambiar la situación y ante Ben Hur evidenciamos una leve mejoría.

-Da gusto ver a la cancha con tantas mejoras.
-Hay que agradecer a los dirigentes, porque acá en un mes hicieron de todo. En 30 años nadie puso ni una mano de pintura ni un clavo. Es un club muy político, con demasiados intereses. Lo sé porque lo viví. La gente nueva que vino se puso a trabajar y éste es el resultado.

-¿Cómo se maneja la presión de ganar como sea el jueves?
-Estamos obligados a conseguir los tres puntos como sea. Queremos coronar el regreso a nuestra cancha con un triunfo y de ahí soñamos con meternos de nuevo en la pelea. Nos queremos olvidar de los promedios.

Aquella tarde. En el ya lejano Apertura 2003, Talleres venció a Olimpo por la mínima diferencia, en el último cotejo que disputó en barrio Jardín. Los albiazules, dirigidos por José Pastoriza, formaron con Gutiérrez; Ariel Donnet, Avendaño, Víctor López y Velázquez; Devalis, Maxi Salas, Carrizo y David Vega; De Bruno; Aldo Osorio. El gol lo anotó De Bruno, a los 35 segundos del primer tiempo.