Así como a Roberto Oste le argumentaron que lo cesanteaban por ser hombre de Carlos Granero, otros empleados del club, ligados al ex gerenciador, corrieron la misma suerte. Por ejemplo, ayer fue despedido Marcos Guevara, el tesorero que a la llegada de grupo de Carlos Ahumada había ofrecido dar un paso al costado, y Granero le pedió que siguiera para colaborar.

Días atrás se fueron el gerente Pablo Esser y Walter Sánchez, quien desde hacía seis meses estaba a cargo de las obras en La Boutique. Además, el arreglo económico con Rubén Insúa todavía no se concretó. De hecho, el DT ayer estuvo en Córdoba y no cobró porque hay ítems por discutir; por ejemplo, el pago del hotel donde se hospedaba.

En tanto, como para despejar las dudas de quién manda en Talleres, en la página oficial del club aparece Ahumada como presidente.

Fútbol en el Chateau. Esta tarde, en el Estadio Córdoba, Angel Comizzo dirigirá la primera práctica de fútbol en la que delineará el equipo para su debut, el viernes contra Ben Hur en Rafaela. Lo más probable es que ingrese Gabriel Oyola por Federico Lussenhoff (suspendido) y que Iván Borghello reaparezca en la delantera, para que Talleres vuelva a utilizar dos puntas, con la salida obligada de Lucas Rimoldi (también por cinco amarillas). Además, el juvenil Juan Galarraga y Mauro Algecira tienen chances de aparecer en el mediocampo.