Paulo Rosales relativizó sus goles y sus buenas actuaciones.

Paulo Rosales genera aplausos. Desde que el locutor anuncia las formaciones (en “el aplausómetro”, el ex Unión fue el cómodo ganador) hasta que una lesión lo obliga a dejar la cancha antes de tiempo, como sucedió el último sábado en el Estadio Córdoba.

Los hinchas de Talleres se encienden con su impronta de crack y se entusiasman con sus goles, que vinieron más seguido de lo esperado. Y no es para menos: hacía bastante que la “T” no ponía en escena un jugador que estuviera a tono con la historia de una camiseta, la “10” albiazul, que vistieron, entre otros, Willington, Valencia, Hoyos o Garay. Por más que sus referentes sean otros, menos identificados con la historia “tallarín” aunque de la misma estirpe exquisita, como Maradona, Riquelme y Manso, aquel “petiso” que la gastaba en Newell’s cuando él asomaba en la primera “leprosa” e integraba el Sub 17 junto con Tevez, Zabaleta, “Maxi” López y Mascherano.

–Dos partidos, dos triunfos, dos goles, y el reconocimiento de la gente. ¿Todo redondito, no?
–Es todo muy lindo. Lo más importante es que ganamos los dos partidos y que sumamos los seis puntos. Los goles y todo lo que venga después es bueno, porque te brinda confianza, pero lo valioso es que Talleres sume y que pueda pelear el campeonato.

–¿Les falta equilibrio?
–Somos un equipo y todos tenemos responsabilidad si nos hacen muchos goles. No hay que echarle la culpa a nadie en particular. Hay que mejorar en todas las líneas y en varios aspectos.

–¿Te gustó más el equipo con Platense o con Almagro?
–El primer tiempo frente a Platense fue muy bueno, y contra Almagro por momentos también manejamos bien la pelota. En mi caso, Rubén (Insua) quiere que sea un poco la manija del equipo. Esa es mi responsabilidad y no varía mucho porque juguemos con tres o cuatro defensores.

–¿Rimoldi es el socio ideal?
–Juega muy bien y tiene experiencia. Tenerlo al lado me ayuda mucho. Debo aprovecharlo.

–¿Sos consciente de que el equipo cambió su estilo de juego a partir de tu llegada?
–No sé si tanto por mí. Esto es un equipo y todos somos importantes, cada uno en su puesto. Si uno juega bien y le sirve al equipo, mejor; pero los logros se consiguen trabajando en grupo.

–Menos mal que te tocó un DT que juega con enganche...
–Sí (risas)... Ya me estaba quedando sin equipos donde jugar.