Silva. El agua no llegó al río. Sorprendió ayer en Nueva Italia la ausencia entre los titulares de Talleres del arquero Anthony Silva. “Tiene una gastroenteritis”, fue la primera versión que se escuchó en los vestuarios del estadio Miguel Sancho. Finalmente, el paraguayo ingresó para jugar los últimos 25 minutos del partido, aunque su nombre no figuraba en la planilla oficial de la “T”. Es más: lo hizo con la camiseta número “12” y el pantalón número “4”. En realidad, Silva estuvo cerca de no jugar por consejo de su apoderado, quien había responsabilizado a Carlos Granero por incumplimientos contractuales, y que estuvo a punto de irse de barrio Jardín. “Con Carlos Ahumada arreglamos una cosa y ahora hay otra gente, Granero y compañía, que quiere dar vuelta todo. Hasta que no haya una claridad, Silva no va a jugar en Talleres. Es más, ya le dije a (Rubén) Insúa que se olvide de él”, declaró antes del partido Sergio Grecco, apoderado y dueño de parte del pase del jugador. Una gestión del gerente deportivo Antonio Fauro, quien se comunicó con Ahumada por vía telefónica, permitió destrabar el conflicto.

Rubinho sigue firme. En medio de tanta incertidumbre que rodea a Talleres, hubo algunas presencias que fueron ratificadas por el concesionario Carlos Granero. Fueron los casos del cuartetero brasileño Rubinho y de “las Talleritas”, quienes nuevamente fueron los encargados de amenizar las esperas de los simpatizantes albiazules.

Árbitro con hinchada propia. La presencia del árbitro internacional cordobés Héctor Baldassi no pasó inadvertida en cancha de Racing. El árbitro se mostró amable con todo el mundo y, fiel al “perfil alto” que cultiva, terminó su actuación con un gesto insólito. A pedido de los plateístas, y como si se tratara del autor del gol decisivo del partido, Baldassi tiró su camiseta de color negro hacia las gradas. Una ovación acompañó la salida del referí hacia la zona de camarines.Un duelo aparte. Fue el que protagonizaron el delantero de Boca Pablo Mouche y los hinchas de la “T”. El pibe hizo algunos gestos a la tribuna, y eso le valió un llamado de atención de Baldassi y también un reto de su DT, Abel Alves.