El argentino Carlos Ahumada Kurtz, el empresario que compraría el porcentaje mayoritario de Ateliers, es el quinto hijo de Carlos Aníbal Ahumada Ferreira y de Mercedes Kurtz Salvatierra. Nació en 1964 en el Sanatorio Aeronáutico de esta Córdoba capital, luego vivió en Saldán, en Argüello y a los 9 años llegó a México junto a su madre y a uno de sus hermanos (Pablo, de 6 años), motivados por su hermana Graciela, que residía allá.

Con 15 años, Ahumada empezó a trabajar para colaborar con los gastos de la familia. Comenzó lavando autos en la Glorieta de Etiopía y luego incursionó por un espectro tan amplio como posibilidades se le presentaron en la vida. La gastronomía, la agricultura, la movida nocturna, los cargos públicos, la industria maderera, la minería, la construcción, el periodismo y otras tantas actividades ocuparon su tiempo en México y lo convirtieron en un exitoso empresario, según informa su página www.carlosahumada.com.

En 2002 le ofrecieron “la compra del equipo León de la Primera División del fútbol mejicano. Apasionado de este deporte desde la niñez (...) adquirió al equipo León en abril de ese año cuando éste se encontraba a punta de descender en la 1ª, hecho que sucedió a las pocas semanas, dado que el equipo se encontraba en completo abandono y prácticamente desmantelado por parte de la Directiva”, relata la página.

Pero tanta proactividad le trajo consecuencias negativas: estuvo detenido 28 días en 1994 y desde el 28 de abril de 2004, cumplió 1.131 días en prisión.

Según su web, Ahumada fue absuelto en cinco oportunidades: dos veces por fraude genérico, una por probable comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, una por promoción de conductas ilícitas y una por fraude genérico continuado.

Escándalos y política. Ahumada fue protagonista de una historia muy seguida por los medios de México, con condimentos que combinan el amor, la política, el dinero, la traición y la justicia.

La página www.esmas.com detalla las relaciones del cordobés con la alta esfera política mejicana, a partir de un escándalo que lo tuvo como supuesto “extorsionador” con cámaras ocultas. En ese informe, se lo mencionaba como un empresario constructor de origen argentino, “amigo cercano de la perredista (nota: del Partido de la Revolución Democrática, PRD) Rosario Robles”.

También se menciona al por entonces jefe del gobierno de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, como hombre cercano a Ahumada. ¿La polémica? Por esa relación, sufrió auditorías en contra de las empresas del Grupo Quart, propiedad de Ahumada, por irregularidades que éstas habrían cometido durante la realización de obra pública en la capital.

La versión es que Ahumada, gracias a una relación sentimental con Rosario Robles, logró abrirle las puertas a su empresa constructora para la realización de obras públicas. El destino de esos fondos fueron los motivos de los cargos en su contra.

Ahumada se alió entonces con el partido opositor al PRD, el PRI, y sacudió la política mejicana cuando en marzo de 2004 se divulgaron videos donde se lo veía presuntamente sobornando a militantes y funcionarios del partido del por entonces candidato presidencial López Obrador.

Tras el escándalo, Ahumada se fue a Cuba, donde fue detenido por autoridades de la isla que lo extraditaron a México en abril de 2004. Hoy está libre.