El capitán dijo que no piensa en el retiro y que confía en las chances del equipo.

El último 11 de enero, Julián Maidana cumplió 36 años y ya perdió la cuenta de las pretemporadas que hizo en su carrera. “Son casi 19 años de carrera y si hacemos dos por año...”, afirmó el capitán de Talleres, mientras hacía números. Y, al desparramarse en un sillón del hotel de la concentración de la “T” en Potrero de los Funes, dejó escapar un “no doy más”. Es que su cuerpo acusaba las dos horas de gimnasia y pesas en el polideportivo Ave Fénix y las siete pasadas de 800 metros en un circuito de un club de golf.

–¿Cómo se mantiene el entusiasmo a los 36 años?
–Es difícil. Quería venir a Talleres porque me siento cómodo y con muchas ganas, más allá de que el año pasado pasaron un montón de cosas que derivaron en que no tengamos los puntos que quisiéramos. Pero mi idea es retirarme de la mejor manera.

–¿El retiro está latente?
–Por ahora no lo pienso, no va a ser algo premeditado como para decir que esta es mi última pretemporada. Va ser algo instantáneo. El día que no tenga más ganas simplemente le voy a estrechar la mano al técnico y a los compañeros que estén para decirles “hasta acá llegué”.

–¿Cómo está el equipo?
–Pasa que estamos haciendo mucho hincapié en el trabajo físico y cuando hacemos la parte futbolística por ahí no salen bien los partidos. Al que llegue lo esperaremos con los brazos abiertos y, si no llegan, hay un grupo muy bueno.

–¿Con lo que hay se puede pelear arriba?
–Sí, pero quedamos un poquito lejos. Igual, pienso que podemos llegar a los puestos de arriba y tener una chance de ascender.

–¿Cómo conviven con los problemas económicos?
–Hay algunas cosas que repercuten en el plantel. Sabemos que es un club que quebró, un gigante que se cayó y que de a poco se está levantando. Talleres es una institución muy grande y falta mucho tiempo de trabajo y cosas por mejorar.