Volante con alma de delantero, Matías Quiroga logró sus picos máximos de rendimiento durante el 2007, lo que derivó en la venta de la mitad de su pase a un grupo empresario. De todos modos, el jugador oriundo de la localidad santafesina de Capitán Bermúdez no se siente conforme con lo producido hasta el momento en Talleres, y apunta más alto en lo grupal. «No me fijo en mi rendimiento personal, porque somos un equipo y el objetivo es colectivo. No es grato ver al equipo en mitad de tabla y cerca de la zona de Promoción, por eso sólo tengo en mente ayudar a sacar adelante a Talleres y pelear arriba», afirmó Quiroga, muy comprometido con la realidad albiazul.

Cuando se lo consultó sobre el empresario que adquirió su pase, confesó con sorpresa: «La verdad, el jugador es el último en enterarse de todas esas negociaciones. No estoy al tanto de nada. Y pese a que me interesa saber quién me maneja, tengo en claro que mi meta es seguir creciendo en lo deportivo».

El dinero que la gerenciadora generó con su venta fue destinado al pago de los haberes del plantel profesional. Asimismo, manifestó sentirse tranquilo, sin pensar en su posible transferencia en junio. «Yo me mentalizo en el presente. El futuro va a llegar solo. Por eso trabajo todos los días, me esfuerzo al máximo en los partidos para sacar a Talleres de esta incómoda situación y no para llevarme yo solo el reconocimiento», destacó.

Pensando en lo que viene, el zurdo declaró: «Quedan seis meses de competencia, y debemos redoblar el sacrificio para anotarnos en un lugar por el ascenso. La realidad indica que no estamos cerca de los punteros, pero si arrancamos el año con un triunfo, la energía se va a recuperar, y vamos a dar que hablar. No nos damos por vencidos».