El joven jugador de Talleres hace una autocrítica de su juego y reconoce que “se le sale la cadena”. Asimismo, aspira a seguir progresando para devolver al club a lo más alto, y no se obsesiona con ser vendido todavía.

El volante Julio Buffarini es uno de los productos de la cantera de Talleres con mayor proyección de venta. Con 19 años, se hizo un lugar entre los titulares y de a poco se fue consolidando en la estructura del equipo. Un porcentaje del pase de su compañero Matías Quiroga ya fue vendido y pese a que se lo relaciona con una posible transferencia, prefiere mantenerse alejado de esos asuntos. “Tengo que mantener la mente tranquila, sino, me puedo desviar del objetivo principal, que es jugar al fútbol. No me fijo en eso. No quiero desconcentrarme, prefiero abstraerme de esas versiones que circulan constantemente”, explicó el volante oriundo de General Cabrera.

- ¿Es una presión saber que sos vendible?
- No lo tomo de esa forma. Los jugadores somos los últimos que nos enteramos de todas esas negociaciones. Es cierto que soy uno de los pocos jugadores del club que está en el plantel de primera, aunque ese tema no tiene que importarme a mí. Yo me tengo que preocupar solamente en jugar.

- Además, siendo joven, es importante tener rodaje.
- Claro, tengo que acumular la mayor cantidad de experiencia posible. Tengo muchos partidos para mi edad, y todavía me falta mucho. Es necesario madurar algunas cosas que me ayudan a seguir creciendo. Mientras más partidos juegue y siga sumando minutos, mejor.

- ¿Qué tiene que mejorar Talleres?
- En lo grupal, hicimos buenos partidos, pero increíblemente perdimos algunos que no estaban en los planes. En lo personal, quiero seguir con la misma actitud y mejorar más.

- ¿Alguna faceta en especial?
- Si, tengo que tranquilizarme un poco más. Soy bastante ansioso cuando tengo la pelota. Y a veces no bajo los decibeles y en la marca me desespero por quitarla. Por ahí se me sale la cadena y cometo algunas faltas.

- Debe haber sido duro quedarse fuera del clásico ante Belgrano...
- Durísimo. Todavía me dura la bronca. Me expulsaron justo el partido anterior ante Chacarita y me quería matar. Afortunadamente los muchachos dejaron todo y ganamos.

Consejero y perseverante.Querido y respaldado por la parcialidad albiazul, Julio Buffarini se fue consolidando en el equipo titular, y es uno de los más mimados por sus compañeros. Asimismo, no se siente “intocable” y es conciente que no puede confiarse si quiere progresar. “Al puesto uno se lo tiene que ganar en la cancha. En las prácticas se trabaja mucho, pero los verdaderos exámenes son los partidos. Nadie te asegura la titularidad. Logré regularidad, sin embargo no hay que confiarse porque una vez que salís es difícil volver. Yo estoy tranquilo, sabiendo que si mantengo mi rendimiento puedo ser tenido en cuenta”, confesó el colorado.

De todos modos, a pesar de su juventud, muchos de sus compañeros de la pensión lo tienen como referente. “Es un aliento. Los más grandes de a poco me fueron haciendo un lugar en el grupo. Y es lindo cuando los más chicos también se acercan para hacerme consultas, y de mi parte trato de aconsejarlos de la manera que creo conveniente”.