El análisis de Emel Alvear, Periodista de Fox Telecolombia, detallando las cualidades del nuevo refuerzo de Talleres.

Cuando llegó “Rafa” Pérez a Barranquilla hace dos años y medio para sumarse a Junior lo hizo en medio de mucho hermetismo. Muy poco conocíamos de él. Y era un hombre de pocas palabras. No necesitaba hablar, porque a los pocos días de estar comenzó a hablar en la cancha.

Es un defensor completo, fuerte, de mucha personalidad, va muy bien en el mano a mano y en el juego aéreo y no da por perdida ninguna pelota. Es una baja muy importante para Junior, que componía un triángulo base con Sebastián Viera y Teófilo Gutiérrez, tres jugadores titulares indiscutibles y que marcaron en su momento una gran diferencia. Deja una huella imborrable en el club “tiburón”.

Ganó dos títulos en liga, uno de Copa Colombia, finalista de Copa Sudamericana, finalista en el último torneo colombiano. Si “Rafa” no estaba, su ausencia se notaba. Se va también un gran caballero del fútbol, un hombre muy respetuoso, de una conducta intachable, como pocos en el fútbol colombiano.

Talleres se lleva un gran jugador y una mejor persona. Dará mucho que hablar en ese club. Venía siendo titular en la zaga del equipo junto a Germán Mera, pero no podía empezar esta liga porque estaba suspendido. El técnico argentino del equipo, Julio Comesaña, decidió traer a otro central más en su puesto, Danny Rosero, del Deportivo Cali.

No hubo una pelea del entrenador con él, pero hace rato Pérez venía expresando su intención de salir por el seguimiento que le venía haciendo Talleres. La oferta de ese club viene de hace seis meses. En su momento se aguantó porque se lesionó Jefferson Gómez y su puesto no estaba poblado. Hoy el equipo tiene varios y por eso Comesaña y la junta directiva le dieron la chance de irse y explorar un mercado futbolístico tan importante como el de Argentina.