El entrenador uruguayo de la “T” le adelantó que haría uno contra Newell’s y que cambiaría el devenir del partido.

Con señas de desahogo y de haber pasado bastante ansiedad durante el juego, Alexander Medina estaba terminando su rueda de prensa posterior al partido cuando recibió la pregunta de Mundo D.

–Cuando Martín Payero hizo el gol, saliste disparado y le diste un fuerte abrazo, como el de un hermano mayor a uno menor. ¿Esconde alguna historia ese gesto?

El entrenador de la “T” sonrió y respondió: “Me gusta la comparación. Sí, esconde una historia. Yo a Martín le tengo mucha confianza, por la capacidad y las condiciones que él tiene como futbolista. Las tiene que explotar en el campo”.

Hizo una pausa y prosiguió: “El viernes tuve una gran charla con él. Estaba convencido de que iba a generar un cambio en el equipo. Y que iba a hacer un gol. Se lo dije. Dependía de la confianza que se tuviera. Y bueno... entró y en un minuto hizo el gol. A veces los entrenadores tenemos algún tipo de percepción, tanto buena como mala. Hoy tenía esa cuando lo llamé para que entrara. Esas cosas se dan. Son momentos. Yo sabía que iba a cambiar el partido”.

La historia estaba y sólo faltaba consultársela al otro protagonista.

“Sí, fue claramente como dijo él. Tuvimos una charla en la semana y antes de entrar me dijo que confiaba en mí, que me la crea, que iba a hacer un gol. Dicho y hecho. Por suerte se dio el triunfo para el equipo y con un gol mío”, afirmó el jugador nacido en Pascanas.

“¿Sos siempre de pegarle fuerte desde afuera?”, se le preguntó. Y Payero contestó: “Sí, siempre. Cuando se me da, me gusta pegarle fuerte. La jugada vino por dentro y se me dio que vino para rematar. Al principio pensé en pararla y pegarle, pero cuando vi que venía fuerte intenté ponerle el pie y nada más. Si le entraba más despacio, se me hubiera ido lejos”.

Después, el autor del gol del triunfo albiazul sostuvo: “Uno no se espera que un gol llegue tan rápido. Pero estaba viendo con atención el partido desde el banco y vi que pegarle desde afuera podía ser una solución. Por suerte se dio y ganamos”.