Talleres sostuvo en Brasil la ventaja de dos goles conseguida en Córdoba, igualó 0 a 0 y dejó afuera de la Copa Libertadores a San Pablo .

El conjunto conducido por Juan Pablo Vojvoda se apoyó en la firmeza de su arquero Guido Herrera, la vigencia de Pablo Guiñazú , el buen pie de Tomás Pochetino y la velocidad de Sebastián Palacios.

No fue fácil el partido para Talleres. Porque además de enfrentar a un equipo con historia padeció un pésimo arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, que no solo dejó pegar (y mucho) a los locales, sino que interrumpió contragolpes de la T para sancionar faltas que ameritaban una tarjeta (y no la sacaba), fabricó faltas que aliviaron a la defensa local en cada centro y hasta amonestó a Herrera por hacer tiempo.

Tuvo que ver sangre en el rostro de un futbolista de Talleres (Enzo Díaz) para que no le quede otra alternativa que expulsar a Everton, autor de la patada de Kung Fu. Pero fueron varios los hombres de San Pablo que jugaron de regalo.

Con esta clasificación (2-0 en el global), Talleres avanzó a la fase 3 de la Copa Libertadores, donde enfrentará a Palestino, de Chile. El cotejo de ida se jugará en la capital trasandina, mientras que la revancha se desarrollará en el estadio Mario Kempes, en Córdoba. El ganador de esa llave se meterá en el Grupo A, donde esperan River, actual campeón de América, Inter, de Brasil, y Alianza Lima, de Perú.

Para San Pablo es una nueva frustración, que deja al borde del abismo al DT André Jardine, cuyo futuro en la institución tricolor es complicado.